Nos inmiscuimos en el día con buena voluntad. Ya hemos hecho parte del camino. Nos planteamos objetivos sin dolor, sin pensar en imposibles. Avanzamos.
Nada nos turba. Eso ayuda a que vayan surgiendo las cuestiones que consideramos básicas. Nos experimentamos con un óptimo criterio.
Nos armamos de valor pensando en las novedades, incrementando, soldando, implementando los consejos que llevamos a la práctica.
Nos vamos arreglando sin prisa. Las cuestiones básicas nos funcionan. Nos divisamos sin compromisos, pero sabiendo que hay deberes y opciones que han de mancomunarse. La solidaridad, la caridad y el empuje por los demás contribuyen a que la dicha nos acompañe.
Nos lucimos con humildad. Sacamos provecho a las historias que nos rodean con un tono que consideramos mágico.
Nos invitamos al entretenimiento que enseña. Estamos listos. Viajamos. Tocamos el cielo. Sonreímos. Andamos estupendamente.