Soy seguidor de tres series televisivas del canal Universal, de la cadena estadounidense NBC, a las cuales les hago un seguimiento regular, lo cual me ha permitido conocer el funcionamiento de la justicia, a través de La Ley y el Orden UVE (Unidad de Víctimas Especiales); del manejo de incendios y emergencias médicas, por Chicago Fire; y de cómo actúa la Policía, especialmente la unidad de inteligencia en el combate del crimen organizado en la denominada «Ciudad de los Vientos», por Chicago PD.
Aunque es ficción, contienen una realidad geográfica e histórica, que le permiten al televidente hacerse una idea de cómo funcionan esos aspectos por allá.
En esas tres series se destacan las actuaciones de Mariska Hargitay (capitana Olivia Benson, de la UBE); Taylor Kinney (teniente Kelly Severide, de Chicago Fire; y Jason Beghe (sargento Hank Voight, de Chicago PD).
El único detalle anómalo que he podido captar es el doblaje, que al parecer lo hace una empresa de Chile, lo cual no tendría nada de malo, si se toma en cuenta que en esa nación sureña, ese oficio tiene mucho auge. Creo que casi todas las producciones de series y documentales, son dobladas al español en la tierra de Pablo Neruda.
Un amigo mío que estuvo residenciado en Chile por casi dos años, me comentó que el común de la gente en esa nación no hace buen uso su lengua materna. Al principio tuve dudas; pero luego otro amigo que regresó de allá, me hizo el mismo comentario, con lo cual me atreví a mencionarlo en uno de mis artículos de los 227 publicados en este importante medio de comunicación social. Luego de eso, un gran amigo mío dijo que yo había generalizado, al no tomar en cuenta que ese país es la cuna de grandes poetas (Neruda, por ejemplo) y de gente que han sobresalido en la cultura hispanoamericana. Le dije que esas personas que él me aludía, son la excepción.
Hace algunos días oí que la bombera Stella Kidd (Miranda Rae Mayo), palabras más, palabras, palabras menos, decir: «Habemos mujeres…», lo cual es una muestra inequívoca de que la mala costumbre de utilizar «habemos» para indicar existencia, no es un problema solo de Venezuela, en donde se ha tornado en un vicio casi indesarraigable. También existe en Chile, a juzgar por el parlamento que pusieron en boca de la actriz de doblaje, para asimilarlo a la imagen de Stella.
Eso de decir que aquí y allá «habemos» personas que nos dedicamos a la comunicación social, es un vicio muy viejo, del que se ha escrito. Algunos aficionados del buen decir se han percatado del uso inadecuado, en virtud de lo cual, han dejado de usarlo; pero hay otros, muchos de los cuales son redactores profesionales, que siguen arrastrando esa cadena.
Para evitar el error, en el que por cierto incurren aun grandes letrados, es necesario tener en cuenta que toda forma del verbo haber que no vaya en tercera persona del singular, debe tenerse como impropia; pero si a usted se le complican esas cosas gramaticales entonces, confórmese con que «habemos» no es la forma adecuada para indicar existencia.
Existen otras formas del verbo haber, usadas de forma incorrecta, de las que por ahora no voy a hablarles, pues son un tanto complicadas y sugieren un trato especial. Es posible que en otra entrega no muy lejana escriba un artículo en el que muestre otras situaciones viciadas del temido verbo.
Por ahora, no diga «habemos personas», pues si usted es periodista, educador o locutor, le quedará muy feo. Diga «hay», «somos» o «estamos», dependiendo del lugar que usted ocupe en el contexto. ¡Así de sencillo!