Precariado es un neologismo válido, respetuoso con las normas académicas sobre formación de palabras, señala la Fundación del Español Urgente (Fundéu). Esta voz puede definirse como ‘sector social que se ve sometido a inestabilidad e incertidumbre laboral prolongadas y que no percibe ingresos o estos son bajos’.
De origen incierto, puede considerarse un acrónimo de precario y proletariado, opción mayoritaria en otros países, o interpretarse simplemente como un sustantivo derivado de precario, del mismo modo que a partir de proletario, voluntario o notario se crean proletariado, voluntariado o notariado con idea de clase, conjunto o colectivo, de acuerdo con las definiciones del Diccionario académico.
En España, el precariado engloba un sector social constituido por personas de muy diversa condición y que no pertenecen necesariamente al proletariado, como desempleados, universitarios con salarios mínimos y contratos temporales, nativos o inmigrantes empleados sin contrato, jubilados con pensiones mínimas, jóvenes sin recursos para acceder a una vivienda o parejas sin medios para formar una familia.