Omar, primera película palestina nominada al Óscar

Parece que estamos acostumbrados a que los premios se otorguen a representantes de países en conflicto o a personalidades que han sufrido persecución, cárcel u ostracismo en sus países. Como si el jurado, a fuerza de querer ser políticamente correcto, quisiera sacarlos de la sombra y con ello hacernos perder el tiempo y el dinero sacando una entrada o comprándonos un ladrillo que acabará calzando la mesa.

omar Omar, primera película palestina nominada al ÓscarEllo hace que nos acerquemos con cierto escepticismo a películas como ésta, Omar, primera palestina en ser propuesta a los Óscar, que además se llevó el premio Un certain regard, en el Festival de Cannes.

Omar, que dura sólo 97 minutos y está rodada en árabe como lengua original, es una historia fronteriza que transcurre en torno al muro, al hecho de tener que saltarlo cada día para sus actividades cotidianas o para ver al amor de alguien que vive en Cisjordania. De todos es conocido el significado real y simbólico de los muros, lo que incentiva el deseo, cuanto más altos, más deseo, y el de este muro en concreto tiene alcance universal. Tal ocurre en la película y ése es el leit motiv de la misma.

Como todo esto es muy difícil de deslindar y la política lo invade todo (mucho más aún con los últimos sucesos en el momento de seleccionar la película para el Óscar), vamos a ceñirnos pura y únicamente a lo que vemos, y esto es lo que Omar aporta al cine sin meternos en más vericuetos: Lo cierto es que la película Omar se ve con sumo gusto y ello no se debe a la defensa de ideologías ni de causas con las que podamos simpatizar sino que está muy bien narrada y los personajes suenan reales y verosímiles, así como los sentimientos que muestran: amor, identidad, rebeldía ante las prohibiciones.

Si hacemos caso de su autor, el director Hany Abu-Assad, él asegura que se ha acercado a estos personajes guiado únicamente por su instinto de contar una historia, lo que le empuja hacia temas humanos y situaciones conflictivas que tiene cerca. Él se limita a contar algo para lo que está preparado y, en un alarde completo de imparcialidad, deja que los sentimientos de Omar acaben tan divididos como la propia Palestina. Omar es traicionado, ¿por quién? Tal vez el mayor enemigo de sus amores no sea quien él piensa; no esté fuera sino dentro; no esté lejos sino muy cerca. En aquella realidad tan intrincada, donde los intereses particulares se suman a los colectivos, es muy difícil de distinguir entre buenos y malos, nada es tan negro ni tan blanco como lo queremos ver desde fuera, por lo cual, un director tan comprometido como Abu Assad ha de hacer virguerías para narrar con objetividad. Lo consigue.

El actor y principal protagonista Adam Bakri, (los otros actores son Samer Bishara, Eyad Hourani, Leem Lubani, Waleed Zuaiter) se ha formado en Tel Aviv, donde nació (con este pequeño detalle se ve lo trenzado e inseparable que allí está todo), y hace un excelente trabajo de gran fuerza expresiva.

En cuanto al ambiente, a mí todas las películas ambientadas en Oriente Medio (Palestina, Israel, Jordania, Egipto) me parecen de una gran belleza plástica, como sus casas de adobe, su vida familiar, sus limoneros y su mar («la sal de este mar»), y ésta no carece en absoluto de ninguno de esos elementos que hacen añorar la paz.

Omar se estrenó en España el 4 de julio.

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

1 COMENTARIO

  1. Nota: la anterior película del mismo director, PARADISE NOW, estuvo nominada también al Oscar en la misma categoría en el año 2006: «Paradise Now», The Palestinian Territories

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