Presidente honorario o de honor, mejor que presidente honorífico, son las formas adecuadas de referirse al presidente de una compañía o institución que tiene los honores de ese cargo, pero no su poder ejecutivo, informa la Fundación del Español Urgente (Fundéu).
El Diccionario académico señala que honorario, referido a una persona, es ‘que tiene los honores pero no la propiedad de una dignidad o empleo’, mientras que honorífico lo define como ‘que da honor’.
De este modo, si bien es cierto que un presidente honorario ostenta un título honorífico, pues el cargo le confiere honores a su titular, no por ello diremos que la persona que lo ostenta —el presidente— es honorífica, sino honoraria.
Sin embargo, con motivo de las recientes declaraciones de Franz Beckenbauer al diario alemán Bild, en las que advierte de que «el Barça lo intentará todo para eliminar al Bayern de Múnich», muchos medios se han referido al astro alemán como presidente honorífico del club bávaro, en lugar de las formas apropiadas presidente honorario o presidente de honor.