Greenpeace ha iniciado una campaña en varios países para denunciar la actitud del Banco Santander que incumple sus propias políticas de responsabilidad social corporativa al financiar a una de las empresas, la papelera indonesia APRIL (Asia Pacific Resources International Limited), implicada en la destrucción de la selva tropical.
«El Banco Santander presume de ser una entidad preocupada por el medioambiente, y de tener unos estándares exigentes a la hora de otorgar préstamos a proyectos y empresas», ha declarado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace España. “Pero lo que los responsables del Banco Santander tienen que demostrar es que más allá de la propaganda y la imagen corporativa hay una intención real de apoyar únicamente proyectos que sean beneficiosos para el medioambiente”.
Según un estudio hecho público por la organización Forest Trends, más del 30 por ciento de la madera utilizada por sector industrial forestal de Indonesia procede de “talas no declaradas” y otras fuentes ilegales, en lugar de plantaciones legales y concesiones forestales legalmente gestionadas. El informe revela también que si las plantas de celulosa y papel del país, actuales y proyectadas, estuvieran operando a plena capacidad, la industria tendría que duplicar su oferta legal de madera para satisfacer la demanda.
Este informe se produce tras cumplirse un año del anuncio del Plan de Gestión Forestal Sostenible de la papelera APRIL, lanzado 28 de enero 2014, que incluía el compromiso de no suministrarse de madera procedente de bosques de “alto valor para la conservación”, compromiso que sería auditado por terceras partes independientes. Sin embargo, una auditoría efectuada por KPMG en diciembre de 2014 encontró que ninguna de las 50 concesiones forestales que suministran madera a las fábricas de APRIL ha cumplido con esta nueva política. y si las empresas para seguir adelante con los planes para una inversión de miles de millones de dólares en nuevas fábricas
Según el Banco Santander, la entidad ha implementado procesos para la identificación, análisis y evaluación de los riesgos ambientales y sociales asociados a las operaciones de crédito sujetas a las políticas del Grupo. Estos procedimientos están sistematizados y se realizan por etapas según el tipo de cada operación y el grado del impacto social y ambiental asociado.
«El Banco Santander ya sabe que la papelera APRIL no cumple sus propios estándares y las condiciones del crédito» sostiene Soto, y concluye que «la única razón posible para que el Banco Santander siga dando apoyo financiero a APRIL sería que la papelera se comprometa a no seguir destruyendo los bosques y las turberas de Indonesia».
Greenpeace lleva desde mayo de 2014 manteniendo conversaciones periódicas con el Banco Santander y otras entidades financieras sobre el problema de APRIL. La última conversación tuvo lugar en enero pasado, momento en el que Greenpeace solicitó al Santander una postura firme y coherente con su política respecto a esta papelera.