La frontera, la contradicción existencial

En el nombre de Vegliani y de la literatura de confines

image2 La frontera, la contradicción existencialEn marzo de 1997, el profesor y escritor triestino Claudio Magris publicaba un artículo con este título en el diario Il Corriere della Sera reivindicando la figura de Franco Vegliani (escritor y periodista, 1915-1982), de quien después de reconocer que hay autores a quienes les cuesta entrar “en el patrimonio comúnmente reconocido de la literatura” se fijaba en la novela La frontera, entonces recién reeditada, a la que calificaba de “excelente… compleja en la ambigüedad existencial e histórica de los sentimientos y cristalina en el estilo y la expresión de la narración”, y calificaba al autor de “intenso y discreto narrador”.

En el verano de 1941, en una isla dálmata, un oficial italiano de permiso por convalecencia entabla amistad con Simeone, un anciano al que acompaña a pescar, quien le cuenta ha historia de Emidio Orlich, un alférez del ejército austríaco caído en el frente en la Primera Guerra Mundial “en circunstancias en las que se mezclan coraje, sacrificio y traición”.

Hombre de confines, de frontera –creció entre Trieste, Volosca, Veglia y Fiume- no solo geográfica sino fundamentalmente vital, étnica y cultural, Vegliani era como la mayor parte de los habitantes del Veneto que hace más o menos un siglo todavía cuando se despertaban cambiando de referencia, régimen e  incluso lengua; cuando de acuerdo con el resultado de las guerras y los tratados podían ser dálmatas, pertenecer al imperio austro-húngaro (hoy “desmembrado en catorce naciones diferentes”, y entre ellas Italia), convertirse en yugoslavos y hasta en apátridas, de acuerdo con los acontecimientos históricos y políticos…

Esta frontera existencial, plagada  de contradicciones y alteraciones vitales, esta “condición humana” donde la geopolítica ha jugado un papel tan decisorio,  es justamente la que Vegliani describe en La frontera (primera edición italiana en 1964), estableciendo un paralelismo entre las historias de dos soldados de la zona, combatientes en las dos guerras mundiales, que se debaten entre diversas fidelidades: a una lengua, una etnia, un sistema político cambiante, una ideología en ocasiones contradictoria con el ambiente (Emidio, soldado en la primera Gran Guerra, dálmata de apellido croata y lengua italiana, leal al Imperio y políglota convencido; el narrador, soldado en la Segunda Guerra , de origen dálmata, lengua italiana y fascista; ambos pertenecientes a un pueblo, “el italiano dálmata que hoy ya no existe sustancialmente”).

En La frontera se habla de un pueblo “que ha servido a la historia cambiando de banderas y uniformes, creyendo siempre en la patria, la única que tenía, su tierra; y que toleraba su pluralidad y su unicidad”.

Franco Vegliani publicó su primera novela en 1941. Desde el final de la guerra vivió en Milán, trabajando como periodista y, durante un tiempo, como secretario del escritor Curzio Malaparte (*). Según algunas fuentes cambio su apellido original, Sincovich, por el de Vegliani a mediados de los años 1930, en homenaje a la pequeña isla de Veglia, donde transcurrió parte de su infancia antes de iniciar los estudios en Fiume y terminarlos en la Universidad de Bologna. Licenciado en leyes , participó en la Campaña de África durante la Segunda Guerra Mundial y cayó prisionero en Egipto: fue allí, en el campo 306 a orillas de los Lagos Amargos, donde escribió el borrador de la novela Processo a Volosca. La novela La frontera dio origen en 1966 a la película dle mismo nombre, dirtigida por Franco Giraldi, y proyectada en el Festival de Venezia de aquel año.

(*) Controvertido político, escritor, dramaturgo y periodista que pasó de una fidelidad ciega al fascismo, y una estrecha amistad con la familia Mussolini, a la militancia en el Partido Comunista en los últimos años 1940 y finalmente a un voluntario exilio parisino. Su última obra, Malditos toscanos, es una agria  crítica de la cultura burguesa italiana.

  • La frontera.
  • Franco Vegliani.
  • Traducción de Miquel Izquierdo.
  • Editorial Minúscula. Colección Paisajes narrados.
  • ISBN: 9788495587909
  • 234 páginas, 17 €.

 

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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