Los ciudadanos catalanes acudirán el próximo día 27 a unas elecciones que, desde un punto de vista cinematográfico, podríamos decir que se trata de un esperpento en el más amplio sentido del término: y ello porque resulta que tenemos a un político que va sencillamente de “figurante”, abriendo una lista en la que se camufla un “padrino” en cuarto lugar que a la hora de la verdad será el actor principal si los hados les son propicios, mientras que por su parte en un quinto puesto tenemos a un gurú de las esencias independentistas que pasará a mandar en el cotarro en cuanto le sea posible. Todo ello, trufado de una serie de mentiras y falsedades que, a fuerza de ser repetidas, (Goebbels dixit) acaban siendo admitidas como verdaderas.
Junqueras a la izquierda, Romeva en el centro y Mas a la derecha en esta fotografía de los cinco primeros puestos en la candidatura de “Junts pel Sí”Sin ir más lejos, esta semana publica el semanario Tiempo un amplio informe sobre las mentiras históricas que circulan por Cataluña entre las que se dicen, ¡apriétense los cinturones y aprendan historia!, que personajes históricos como Cervantes, Teresa de Jesús, Cristóbal Colón, Leonardo Da Vinci o Hernán Cortés, entre otros varios, eran catalanes. ¿Seguirán ampliando la lista pasadas las elecciones?
Volviendo al tema que nos ocupa de las elecciones autonómicas del próximo día 27, y vistas desde una óptica cinematográfica, hay que advertir para entendernos que en cualquier película o serie de televisión existe un reparto técnicamente aceptado por todos para que la cosa funcione: de esta manera tenemos a los actores principales, secundarios, de reparto y figurantes. Pero en el “reparto” de “Junts pel Sí”, que da nombre a la candidatura en el que se encuadra el independentismo puro y duro, resulta que el actor o “factótum” principal, Artur Mas, presidente en funciones de la Generalitat, figura en el cuarto puesto del reparto, como un simple figurante, cuando en realidad se trata del auténtico “padrino” de la cinta, emboscado en un lugar como para pasar desapercibido, cuando en realidad cualquier espectador, en este caso votante, sabe perfectamente quién es quién, y cómo está esa trama a la altura de estas fechas.
Pero si lo de Artur Mas es de traca, lo del “figurante” principal, que encabeza el reparto independentista y que responde al nombre de Raül Romeva, resulta cualquier cosa menos la seriedad que se le presupone a un político decente. Este ejemplar de político, que unos describen como postcomunista y otros como eco-socialista, no tiene ningún reparo en admitir que está ahí para lo que está, para figurar, y que en caso de ganar las elecciones el que cortará el bacalao, y todo lo demás, será Artur Más.
El señor Romeva debería saber que tal hecho es sencillamente un insulto a la inteligencia y una falta de respeto a la democracia, en este caso la que van a ejercer el próximo día 27 los ciudadanos catalanes. Porque resulta lógico que si una persona se presenta en el número uno es con todos las consecuencias, y una de ellas es respetar la voluntad de los ciudadanos que libremente votarán. Lo demás es engañar, faltar respeto, tomadura de pelo pura y dura.
“El proceso no lo pilota Mas. Lo hace una sociedad movilizada”, ha dicho el candidato principal de la lista. Acabáramos, señor Romeva, acabáramos. ¿Y entonces usted, qué pinta ahí en ese primer lugar? ¿Cubrir las espaldas al “padrino”, que usted los periodistas y cualquier persona normal sabe quién es? ¿Huye usted de los debates o los hace con cuentagotas, según dice, para que no le mezclen con la corrupción? Pero si lo del 3 % de las famosas comisiones era “vox pópuli» de la Meridiana a Montserrat. ¿Y usted, que según dicen proviene del postcomunismo y por lo tanto debe quedarle algún rescoldo de un tal Carlos Marx, se alía, protege y encabeza una lista en la que se dan cita lo más tradicional de la derecha catalana encuadrada en Convergencia?
Tras las elecciones del próximo día 27 podrán pasar varias cosas, en función de los resultados. Parece ser que para ustedes, los independentistas, las palabras de políticos de la talla de Obama, Angela Merkel o Cameron no cuentan para nada, porque no votan en Cataluña. Pero los dos últimos votan en la Unión Europea, algo a tener en cuenta, mal que les pese a algunos. Entre las varias cosas que pueden pasar es que al final de la jornada suenen las notas de “Els segadors”, aunque puede que en la melodía se mezclen algunas notas musicales de “El padrino”, cambiando a Marlon Brando por el “molt honorable” Artur Mas, que borda el papel en esta ocasión, y a Francis Ford Copula por el señor Junqueras dirigiendo la banda sonora, como ya lo viene haciendo.
