La polémica[1] sobre la elección del próximo campeonato mundial de ajedrez femenino, a celebrar del 10 al 24 de febrero de 2017 en la capital iraní, Teherán, se encona cada día más llegando a la recogida de firmas por redes sociales y debates en los cinco continentes.
Jugadora iraní bajo el poster de un joven Bobby Fischer.Como se recordará, las jugadoras deberán llevar obligatoriamente el hiyab (pañuelo que cubre la cabeza), por lo que muchas ya han mostrado su oposición a tal medida. Algunas han denunciado que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, siglas en francés), responsable final de lo acontecido, no defiende los derechos de la mujer haciendo la ‘vista gorda’ a esta discriminación.
La precursora ha sido la gran maestra, campeona femenina estadounidense, de origen georgiano, Nazí Paikidze, de 22 años quien fue la primera en anunciar que no acudiría: “Estoy en contra de la decisión de la FIDE pero no a causa de la religión ni de la gente de Irán, sino por las leyes del Gobierno que restringen mis derechos como mujer”. Además ha aclarado que no está “en contra del Islam ni de cualquier otra religión. Estoy a favor de la libertad de religión” añadiendo que ha recibido numerosos apoyos de mujeres iraníes aunque también ha recibido alguna amenaza por su postura.
Además, la jugadora estadounidense señaló que las niñas “al ver a las mejores jugadoras obligadas a cubrirse la cabeza, no les supone una imagen que les fomente la actividad del ajedrez.”
Sostiene que es malo albergar un torneo en un lugar que obliga a los asistentes a renunciar a sus derechos. La ajedrecista ha iniciado una petición en change.org en el que defiende o bien un cambio de sede o que se permita a las jugadoras que sea opcional el uso del hiyab. De momento se han recogido más de 14 500 firmas de apoyo, entre ellas varias de España como la del eurodiputado del PP, Esteban Fernández Pons.
También firmó el defensor de los derechos humanos y de un Islam abierto, el palestino Iyad El Baghdadi, exiliado en Noruega en 2014 tras ser amenazado por las autoridades de Emiratos Árabes Unidos donde residía, tras pedir más libertad en los países árabes.
A Paikidze se sumaron la maestra británica Jovanka Houska y la excampeona panamericana, la ecuatoriana Carla Heredia, quien dijo que los lugares “son negociables pero los derechos humanos, no”. La última ha sido la pentacampeona argentina Carolina Luján, de 31 años, quien baraja no acudir a Irán, “a mí y a mi familia nos da miedo. Deberíamos jugar en algún lugar donde estemos tranquilos”. La propia hermana del campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, se ha mostrado en contra de la sede.
También respaldaron su petición el excampeón del mundo, Gari Kasparov, quien ha hecho un llamamiento a suscribir la campaña de la campeona estadounidense como ya hiciera el maestro británico Nigel Short.
Kasparov escribió al respecto en una red social: “organizar un campeonato oficial en una teocracia represiva exigiendo a todas las participantes utilizar el hiyab es malo, incluso para esta corrupta administración de la FIDE”.
El director de la Federación Inglesa de Ajedrez (ECF), Malcolm Pein, deploró la elección de Irán como lugar de la competición y recuerda el artículo 12 de los estatutos de la FIDE que rechaza la discriminación por motivos religiosos.
La jugadora húngara Susan Polgar, quien forma parte de la Comisión de Ajedrez de la Mujer de la FIDE, ha sido una de las defensoras de Irán como sede apuntando que no tendría problema en usar el hiyab. En su cuenta en la red social Twitter bloqueó a más de mil seguidores que la acusaban de no defender los derechos de las mujeres, mientras ella critica la “utilización política” del deporte intentando argumentar su postura inicial.
Mientras tanto, la FIDE justifica su decisión en que ningún país se opuso a la elección, si bien ahora públicamente tanto el Reino Unido como Dinamarca ya han mostrado su oposición. De hecho, ya se ha firmado el contrato para celebrar el torneo en Irán.
Además citan el precedente del gran premio internacional en Teherán celebrado en febrero de este año y que ya reflejó el malestar de muchas de las 12 jugadoras como las indias Humpy Koneru y Harika Dronavalli, por usar el hiyab aunque aclararon que, si bien era incómodo, están dispuestas a repetir jugar en Irán. Dronavilli declaró que, por supuesto, «no es cómodo jugar al ajedrez con el hiyab«. De hecho, algunas se enteraron en el mismo lugar de la competición de la exigencia del hiyab.
Justificación española del hiyab
Pero de estas quejas no parece haberse enterado el presidente de la Federación Española de Ajedrez (FEDA), Javier Ochoa de Echagüen, quien declaró sin ningún pudor: «la prueba fue un éxito y las jugadoras alabaron la organización, sin que hubiera ninguna queja; todas aceptaron el hiyab«.
No hay que extrañarse, es un fiel aliado del actual presidente de la FIDE, el ruso Kirsan Ilyumzhinov, cuya última ocurrencia ha sido querer obtener la nacionalidad estadounidense. El próximo mes de noviembre se disputa en Nueva York el campeonato del mundo y tiene una prohibición desde noviembre de 2015 de entrar en Estados Unidos por hacer negocios con el Banco Central de Siria y el Gobierno del presidente Bachar Al Asad.
Este siniestro personaje, al que aplaude el presidente español y vicepresidente honorario de la FIDE, ha llegado a decir que fue abducido por extraterrestres, jugó con Muhamad Gadafi (1942-2011) poco antes de su derrocamiento, y fue denunciado por la periodista Larisa Yudina (1945-1998) por corrupción y malversación de fondos relacionados con el ajedrez, lo que le costó la vida ya que fue asesinada en Elistá. De los tres condenados por el asesinato, dos eran ayudantes de Iliumzhínov pero no se encontraron pruebas que lo implicaran como mentor del crimen.
Recientemente suspendió a la federación búlgara de ajedrez con acusaciones de irregularidades durante la presidencia de Silvio Danilov, también presidente de la Unión Europea del Ajedrez (ECU).
Desde Irán, la gran maestra iraní Mitra Hejazipour, de 23 años, citó que será el mayor evento deportivo para las mujeres en su país, lamentando que se haga un llamamiento al boicot. Otra gran maestra iraní, Sarasadat Khademalsharieh de 19 años, dijo que el campeonato «es una gran oportunidad para las mujeres iraníes» y criticó a Short ya que ha disputado torneos en Irán. Otra opinión es la de la Comisión de Mujeres iraníes en el exilio que apoyan que no se acuda al campeonato.
Irán, la antigua Persia, curiosamente es una de las cunas del ajedrez y varias de sus localidades formaban parte de la ruta de la seda por la que se propagó el juego durante siglos pero a la vez, tras la revolución islámica que dirigió el ayatolá Ruhollah Jomeini (1902-1989) se prohibió el ajedrez en el país desde 1981 hasta 1988.
Curiosamente, la campeona de España Ana Matnadze, también de origen georgiano como Nazí Paikidze, se ha referido al tema recomendando a las clasificadas “documentarse, informarse bien y consultar con otras jugadoras” antes de decidir si participan en el torneo.
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