“El amor no es un me gustas en Facebook.
El amor es una historia sin final”
Había una vez en Polonia un chico que se llamaba Léo y amaba a una chica, Alma, a la que prometió hacerle reír toda la vida. La guerra les separó, Alma, quien es judía, huye a Nueva York y Léo, quien sobrevivió, hizo de todo para encontrarla y mantener su promesa.
Cambio de época. En Brooklyn vive ahora una quinceañera muy imaginativa, que también es judía y también se llama Alma. Al otro lado del puente, en Chinatown, Léo es un anciano que vive con el recuerdo del gran amor de su vida, “la mujer más amada del mundo”.
De la Polonia de los años 1930 al Central Park de hoy, un viaje por el tiempo y los continentes, cuando se cruzan los caminos de Alma y Léo, siguiendo las peripecias del manuscrito de un libro llamado “La historia del amor”. Tres personajes, tres historias que se cruzan, tres narradores
Momentos de emoción y momentos de desconcierto en este drama dirigido por el rumano Radu Mihaileanu (“La fuente de las mujeres”, “El concierto”) y protagonizado por Derek Jacobi (“Chacal”, “El discurso del rey”), Sophie Nélisse (“Monsieur Lazhar”) y una espléndida Gemma Arterton (“Hansel y Gretel”, “Gemma Bovery”). Basado en una novela de la estadounidense Nicole Krauss, es la historia de siempre, la del amor que sigue atormentando a gran parte de la humanidad; y también la de la literatura dentro del cine, la de un libro dentro de otro libro.
La verdad es que aporta muy poco a otros romances del Holocausto y amores que sobreviven al paso del tiempo, y a otras historias de libros que se atribuyen distintos autores. Le sobran casualidades. Y violines cuando el director quiere simbolizar así el abatimiento de los personajes.