Una investigación llevada a cabo en el instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández y el CSIC, ha identificado nuevos mecanismos epigenéticos que contribuyen al desarrollo de la discapacidad intelectual.
La conocida epigenética, investiga cómo suceden las modificaciones de la cromatina, es decir, la forma en que el ADN se almacena en las células y por ello dan lugar a cambios en la expresión de los genes en ausencia de mutaciones o alteraciones en el material genético. Detrás de esos cambios existen numerosas enfermedades que se manifiestan en las primeras dos décadas de la vida, desde el cáncer hasta algunas patologías mentales.
El trabajo llamado «Mecanismos transcripcionales y epigenéticos de la plasticidad neuronal», liderado por Ángel Barco, es de gran importancia para otros trastornos ligados al cromosoma X, por ejemplo a la enfermedad llamada Síndrome de Rett, que afecta a las niñas.
Se sabe que el desarrollo del sistema nervioso requiere una regulación espacia y temporal precisa de los programas genéticos implicados en la diferenciación, maduración y supervivencia de las neuronas. Si algo falla en esa secuencia, sucede lo inevitable, la discapacidad intelectual.
En este estudio se aportan nuevos datos sobre las distintas dianas de KDM5C desde el desarrollo embrionario hasta el cerebro adulto, por ello se podrñian utilizar como biomarcador de la enfermedad. El KDM5C desempeña papeles críticos durante el desarrollo embrionario restringiendo la expresión génica durante la diferenciación y maduración neuronal.
“Una de las cosas que vemos en las neuronas de los ratones que se utilizan como modelo del síndrome Claes-Jense es la expresión de genes que en animales normales solo están activos en la línea germinal, por ejemplo, en los espermatozoides y los óvulos. En condiciones normales, después de las primeras etapas del desarrollo embrionario (primeras divisiones del zigoto) esos genes se inactivan o silencian, mediante mecanismos epigenéticos, como la metilación del ADN. Pero en ratones modificados genéticamente que carecen de la enzima KDM5C, esos mecanismos de silenciamiento o inactivación no funcionan bien y los genes de la línea germinal se siguen expresando incluso en las neuronas del animal adulto, donde normalmente no lo hacen. Es decir, se expresan de forma ilegítima fuera de tiempo y de lugar” explica Ángel Barco.