A los gritos

Citaron a las nueve de la mañana y cuando dos vecinas y yo llegamos a las ocho treinta del pasado miércoles 22 de marzo al galerón de Atlatlahucan, donde serían entregadas las tarjetas de Bienestar a quienes nos depositan la pensión de la tercera edad en Bancomer, había ya una veintena de viejitos.

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Y para el cuarto para las once que llegaron los once empleados que entregarían las tarjetas, éramos ya como 150; sobre todo mujeres.

La música que salía de un tocadiscos portátil, para amenizar la gimnasia que ahí mismo hacían doce personas, era estridente y heladísimo el aire que corría de un lado a otro.

Vamos a terminar todos resfriados y las empleadas del Bienestar roncas, pensé cuando empezaron a colocar mantas gigantes de propaganda y a dar, a gritos, instrucciones y regaños por no llevar completos los papeles requeridos.

Entre grito y grito, repartieron el periódico «Bienestar» de doce hojas, impreso a todo color en offset y serigrafía S.C. de R.L. de C.V. que se especifica, es editado por Ariadna Montiel secretaria del ramo.

Que entre otras mentiras afirma que «la pensión para las personas adultas mayores es un derecho. Este apoyo es universal para todas las personas a partir de los 65 años; es una conquista del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador».

Según se detalla, para doce hojas de pura propaganda, tiene doce empleados: tres «Reporteros y reporteras», tres «Colaboradores», una «Directora de Producción e Imagen» una «Editora visual», una «Editora» y un «Editor de Fotografía».

¿No será lo mismo «imagen», «visual» y «fotografía»? ¿O el caso es aumentar a como sea, la nómina y los gastos?

Lástima de tanto desperdicio de dinero público, que mejor serviría para llevar las tarjetas más cerca de los beneficiarios.

No me cabe ninguna duda que los requerimientos de noventa por ciento, fidelidad y diez por ciento, capacidad que López Obrador ha reiterado son indispensables para trabajar en su gobierno, no son solo para los altos cargos sino para todos.

Porque esas once personas que llegaron con casi dos horas de retraso, tardaron más de una hora en colocar cuatro mesas, abrir y cerrar mochilas a juego con sus chalecos, tomarnos fotografías y videos desde diferentes ángulos sin pedir permiso para ello y decidir si la entrega sería por alfabeto conforme a la letra del apellido o de acuerdo a la fila y lugar donde se estuviera sentado.

Finalmente empezaron a gritar los nombres y nosotros a pasar con el papelerío solicitado en original y dos copias:

Acta de nacimiento, credencial del INE o tarjeta del INAPAM, de preferencia que no dijera SEDESOL sino Gobierno de la Cuarta Transformación, CURP certificada y con la firma del actual secretario de Gobernación Adán Augusto López y un comprobante de domicilio con menos de tres meses de antigüedad.

Revisado todo con tan poco criterio que, por ejemplo, me rechazaron el comprobante del predial de 2023 porque lo pagué el 27 de diciembre de 2022, insistiendo en que era del año pasado; por fortuna llevaba el último recibo de la luz, del que fui volada a sacar copia.

Tras checar papeles tomaron nuestras huellas digitales y una fotografía con el sobre de Bienestar sobre el pecho, tal como se ficha a los que van a ser encarcelados.

Increíble que tras tanta espera, tanto papeleo y tanta faramalla, la tarjeta que debemos activar en una sucursal del Banco del Bienestar, no tenga los nombres de los beneficiarios; solo números.

Pero, así son las cosas en este gobierno que pregona que primero son los pobres, pero obliga a ancianos humildes como la mayoría de los que debieron desplazarse decenas de kilómetros sin haber desayunado, a esperar más de siete horas en un lugar helado y sin baños para recibir un plástico sin su nombre.

Y se atreve el presidente a criticar al INE, que da la credencial con fotografía y datos completos en locales con personal amable y sin espera.

En cada entrega de esas tarjetas, López Obrador muestra su falta de respeto a los mexicanos, porque se hace sin eficiencia ni compasión por los compatriotas más pobres, y en condiciones lesivas a la dignidad de las personas.

AMLO-Trump A los gritos
López Obrador en un encuentro con Donald Trump

Y mientras esperaba la mía, leí sus declaraciones ratificando su servilismo frente a Trump y su desprecio a las mujeres.

«Es tema sobre el que no quiero opinar, porque se trata de un asunto amoroso» dijo para no responder sobre el juicio que el expresidente gringo posiblemente enfrente por el pago ilegal de 130.000 dólares con el que su abogado compró el silencio de Stormy Daniels, con quien Trump mantuvo relaciones sexuales antes de las elecciones de 2016.

¿Asunto amoroso?

Teresa Gurza
Periodista. Soy mexicana, estudié la carrera de Historia y soy Locutora, Cronista y Comentarista y Licenciada en Periodismo, pero ante todo reportera. Me inicié en televisión en 1970 y fui reportera, conductora y productora de programas noticiosos; reportera de asuntos especiales de los diarios El Día, UnomásUno y La Jornada, y corresponsal en la Unión Soviética, Checoslovaquia y Michoacán. Por razones familiares, mi marido era chileno, viví en Chile más una década. He recibido muchos premios y reconocimientos, entre ellos el Nacional de Periodismo en Reportaje y ahora radico en México y escribo artículos para Periodistas en Español y otros medios.

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