Amnistía Internacional ha lanzado #NotACrime, una campaña online cuyo propósito es llamar la atención sobre los métodos a los que las autoridades argelinas están recurriendo cada vez más para tratar de acallar las voces disidentes y a la sociedad civil independiente.
Se trata de una campaña lanzada por 38 organizaciones argelinas, regionales e internacionales que se llevará a cabo del 19 al 28 de mayo en sus respectivas cuentas en redes sociales.
Hace un año, las autoridades argelinas reprimieron en la mayor parte del país las protestas de Hirak en favor de la democracia. Desde entonces, la cifra de procesamientos infundados por terrorismo ha aumentado, se han adoptado reformas problemáticas del Código Penal, se han iniciado acciones judiciales contra organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos de la oposición, y la represión de de defensores y defensoras de los derechos humanos y de medios de comunicación se ha intensificado, al tiempo que las autoridades han seguido obstaculizando la actividad y la inscripción en registro de los sindicatos independientes.
La campaña pide a las autoridades argelinas que pongan fin a la represión de los derechos humanos, liberen de manera inmediata e incondicional a las personas detenidas únicamente por el ejercicio pacífico de sus derechos humanos, y permitan a toda la población disfrutar de sus derechos.
La campaña pide a todas las personas, organizaciones y partidos pertinentes que contribuyan a exigir colectivamente el fin de la criminalización del ejercicio de libertades fundamentales en Argelia utilizando la etiqueta #NotACrime.
Desde el comienzo de 2022 (hasta el 17 de abril), al menos trescientas personas han sido arrestadas por ejercer su derecho a la libertad de expresión, de reunión pacífica y de asociación, según el defensor de los derechos humanos Zaki Hannache, aunque desde entonces algunas de ellas han sido puestas en libertad.
Las detenciones y las condenas impuestas a personas que ejercían el activismo pacíficamente, sindicalistas independientes, periodistas y defensores y defensoras de los derechos humanos no han disminuido un ápice, ni siquiera tras la represión del movimiento de protesta.
Personas argelinas encarceladas por expresarse se han declarado en huelga de hambre en reiteradas ocasiones (por ejemplo, El Hadi Lassouli está en huelga de hambre desde el 3 de mayo), principalmente, para protestar por su encarcelamiento arbitrario. Según la Liga Argelina para la Defensa de los Derechos Humanos, estas cifras son inferiores a las reales, ya que muchos casos no se comunican por temor a las represalias.
La muerte bajo custodia de Hakim Debbazi el 24 de abril, tras ser puesto en prisión preventiva el 22 de febrero por unas publicaciones en las redes sociales, muestra lo que está en juego cuando se detiene a personas simplemente por ejercer sus derechos humanos.
Aunque el escrutinio internacional ha seguido siendo escaso, la alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en su actualización al Consejo de Derechos Humanos del 8 de marzo de 2022, expresó preocupación por las «crecientes restricciones de libertades fundamentales» en Argelia y pidió al gobierno «un cambio de rumbo».
Antes de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU examine en noviembre el historial de Argelia en materia de derechos humanos, en el proceso de Examen Periódico Universal, las organizaciones de derechos humanos expresan honda preocupación y responsabilizan a las autoridades argelinas de la peligrosa deriva en el país, especialmente en lo que respecta al derecho a expresarse, reunirse y asociarse pacíficamente, y a difundir y acceder a información.
La campaña se desarrollará hasta el aniversario de la muerte de Kamel Eddine Fekhar, defensor de los derechos humanos que murió bajo custodia el 28 de mayo de 2019 tras cincuenta días de huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento por expresar sus opiniones críticas hacia el gobierno. Había sido acusado de socavar la seguridad del Estado e incitar al odio racial.
El 11 de diciembre de 2016, el periodista británico-argelino Mohamed Tamalt también murió bajo custodia tras una huelga de hambre durante su encarcelamiento por unas publicaciones en Facebook que las autoridades consideraron ofensivas. Las autoridades argelinas no han investigado adecuadamente ninguna de estas dos muertes.