Amnistía internacional informa de la detención en Croacia de la activista y miembro de la banda Pussy Riot, Aysoltan Niyazov, quien se enfrenta a una posible extradición a Turkmenistán.
Julia Hall, directora adjunta para Europa de Amnistía Internacional, indica que las autoridades croatas saben que el activismo de Aysoltan Niyazov la pondría en grave riesgo de sufrir abusos graves, como tortura y otros malos tratos, en caso de ser extraditada a Turkmenistán, un país considerado no seguro para defensores de los derechos humanos.
Agrega que se han producido notorios abusos de las órdenes de arresto de Interpol por una serie de regímenes autoritarios y países con terribles antecedentes en materia de derechos humanos para tratar de silenciar a los activistas y a quienes denuncian violaciones de derechos humanos, y Croacia no debe ser cómplice de tales prácticas.
Y advierte que el derecho internacional exige que Croacia no devuelva ni extradite a ninguna persona a un país donde correría el riesgo de sufrir graves violaciones de derechos humanos: «Las autoridades de Zagreb deben rechazar la solicitud de extradición de Aysoltan Niyazov a Turkmenistán y liberarla de inmediato».
Aysoltan Niyazov es nacional de Rusia y Turkmenistán. Ella estaba en Croacia participando en la gira contra la guerra Riot Days, cuyas ganancias se destinarán a apoyar un hospital en Kiev.
La policía croata arrestó a Niyazov en base a una notificación roja de Interpol emitida por Turkmenistán en 2002. Según la notificación, se busca a Niyazov por presunta malversación de fondos pertenecientes al banco central del país. Niyazov cuestiona estas acusaciones.
Amnistía Internacional ha documentado numerosos casos en los que las autoridades de Turkmenistán presentaron cargos basados en pruebas fabricadas o poco fiables. Los defensores de los derechos humanos y los disidentes políticos son sometidos periódicamente a torturas y otros malos tratos en Turkmenistán.