Luis Morago*
La UE está a punto de adjudicar el puesto más importante que tiene para luchar contra el cambio climático a Arias Cañete, un conocido barón de las energías sucias. Solo hay una manera de detener este nombramiento demencial: persuadir a europarlamentarios clave para que dejen a Cañete en la estacada y encuentren un líder fuerte que luche por el clima y nos represente a todos.
Sería absurdo dejar la dirección de las políticas europeas de energía y las conversaciones sobre cambio climático al hombre que The Sunday Times ha calificado como Petrolhead*. No obstante, los europarlamentarios aún pueden rechazar el nombramiento. Aunque algunos representantes amenazan con aceptarlo en pago por favores políticos, con el suficiente respaldo público, los europarlamentarios más progresistas podrían liderar la causa para cerrarle el paso.
La semana pasada organizamos la marcha por las energías 100 % limpias más grande de la historia. Aprovechemos este impulso ahora y exijamos el nombramiento de un líder fuerte que luche por el clima para este puesto tan crucial. La indignación ciudadana ya consiguió en el pasado que los europarlamentarios rechazaran candidatos controvertidos en el último minuto.
El nuevo comisario europeo de Energía y Clima será el responsable de cumplir con ambiciosos recortes en emisiones y conducirnos hacia una nueva economía verde y baja en CO2. Aún así, tras varias semanas de tira y afloja y todo tipo de peripecias políticas, nuestros líderes han sellado un acuerdo que incluye dar esta cartera crucial a uno de los candidatos más inadecuados para el puesto.
Cañete es un hombre profundamente vinculado con el sector del petróleo y, aunque haya vendido sus acciones en dos empresas petroleras y afirme que está limpio, sigue teniendo un grave conflicto de intereses. No solo es el antiguo presidente de ambas compañías, sino que su hijo y su cuñado todavía ostentan potentes cargos en ambas empresas. Cañete pasará a la historia como el ministro español de Medio Ambiente que dio luz verde a las prospecciones petrolíferas en las prístinas aguas del litoral canario. Solo esta historia debería excluirle automáticamente del puesto pero, además, durante las últimas Elecciones Europeas salió a relucir su lado más machista.
Por suerte, todavía hay un último obstáculo que Cañete tiene que superar: en unas horas se enfrentará a una dura audiencia en dos comisiones parlamentarias de Bruselas y, si emiten una opinión negativa, obligarán al presidente de la UE, Jean-Claude Juncker, a revisar el acuerdo y encontrar un candidato mejor para este puesto. Los expertos dicen que los principales líderes del partido temen hacer cambios pero, si la comisión se siente lo suficientemente respaldada por nosotros a la hora de rechazarlo, podemos obligar a Juncker a redistribuir carteras o a acudir al Gobierno de España para que presente un nuevo candidato.
En 2004, tras una gran ola de protestas, los europarlamentarios usaron su poder para reemplazar con éxito al ultraconservador Rocco Buttiglione. Ahora, los más progresistas están listos para alzar la voz, pero necesitan que seamos cientos de miles los que les demos urgentemente el mandato de hacer lo correcto desde cada rincón de Europa.
La semana pasada, 675.000 personas organizaron 2.000 eventos a nivel mundial con motivo de la Marcha Ciudadana por el Clima, captando la atención de nuestros líderes. Sabemos que la ambición y el liderazgo de la UE son ahora vitales para conseguir el acuerdo que necesitamos para salvar el planeta. No podemos dejar lo que haga la UE en materia climática en manos de alguien cuyos intereses entran directamente en conflicto con todo aquello por lo que hemos trabajado y con lo dicho por la comunidad científica. Vamos a exigir un liderazgo fuerte para enfrentarnos a la mayor crisis de nuestra era.
- *Luis, Anna, Patri, Christoph, Nick, Andrea y todo el equipo de Avaaz
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