Todo me es grato porque estás tú. Nos tomamos con competencias que nos hacen comprender ese deseo que nos conduce por la senda de la comunicación. Hemos de aplaudir las buenas intenciones y los elementos que nos rodean desde la afición máxima.
Nos podemos hacer caso con utilidades y utillajes que nos hagan vivir el primer orden de las cosas que nos rodean, que tienen todo tipo de consideraciones y empatías. Nos hemos de fijar con recuerdos estupendos y extraordinarios. Nos hemos de proponer muchas caricias. Lleguemos con razones.
Hemos de avanzar con eficacia, con razones que resalten para que no nos equivoquemos en el itinerario elegido. Hemos pontificado sin resolver incógnitas básicas, que han de ser despertadas y destapadas, por el orden que sea menester, para que poco a poco vayamos caminando en comandita.
Aseguremos las esencias para que el disfrute sea sincero, gracioso, cimentado en el contento, en ese entusiasmo que mueve ideales y nos conforma y confabula en un espacio societario genuino.
Volemos con toda nuestra imaginación e imaginemos que podemos tocar ese fondo con el que nutrirnos en los mejores instantes. Seamos poderosos de verdad desde las obras sencillas y con poca repercusión en cantidad, pero sí en calidad. Iremos haciendo, de este modo, bases a largo plazo, que son las que continúan con el paso de los años, aunque ya no nos toque a nosotros visualizarlas.
