Carmen de la Jara, cantaora gaditana y ‘viñera’

Esta entrevista con Carmen de la Jara empezó antes de nuestro encuentro en Jerez de la Frontera, con motivo de su participación en el segundo concierto de la Fiesta de la Bulería, Jerez, Cádiz y los Puertos a Camarón.

Empezó días antes, cuando hablamos por teléfono para consensuar la entrevista y me sorprendió al decir que iba a regalarme un disco del que está muy orgullosa, Tesoros del Cante Antiguo Gaditano, con el que obtuvo el Premio Nacional al Mejor Disco Flamenco por la Cátedra de Flamencología de Jerez, en 2010.

Por teléfono me contó, con una espontaneidad gaditana y viñera, todos los avatares que tuvo la grabación del disco, que no fueron pocos, pero de eso ya hablaremos más tarde…

Me regaló el disco y una parte importante de esta entrevista.

Teresa Fernández: A ver Carmen, me he enterado de que tú no solo eres de Cádiz, es que además eres del Barrio de la Viña, eres viñera y eso es algo que parece que imprime carácter. Eso lo sé hace tiempo por un cantaor viñero que hizo proclamación pública de serlo en un concierto en Madrid, David Palomar. Así que ahora Carmen, te toca a ti.

Carmen de la Jara. El Barrio de la Viña es muy entrañable, muy flamenco, tiene muchísima solera. Y tiene una Caleta que es nuestra playa privada; en verano está todo el barrio de la Viña ahí metido y ahí nos empapamos de la esencia de Cádiz. No es el Barrio de Santa María, que es también muy flamenco, y han “nacío” más flamencos que en la Viña, pero en el barrio de la Viña hay mucho arte y ahí nació el famoso carnavalero Tío de la Tiza, de la Comparsa Los Gallos, que creó el tanguillo “Los duros antiguos” para el Carnaval de 1905, que ha “pasao” a ser el himno gaditano y carnavalero…

TF. Los famosos duros de oro de Fernando VII, que un buen día de 1904 empezaron a encontrar, en la playa, un grupo de pescadores de la almadraba, y que al parecer habían sido enterrados por unos piratas que nunca volvieron porque los pillaron. ¡Personaje increíble, el Tío de la Tiza! Con plaza y taberna al lado de La Caleta. Y claro, por ahí hay muchas peñas viñeras…

Carmen. Bueno, está la de Juan Villar, la más importante  y luego hay muchas peñas carnavaleras y muchas peñas culturales. Creo que en cada calle de la Viña  hay una peña. También es verdad que la Viña es tan entrañable porque las gentes somos muy abiertas, somos muy de ultramar, parece que detrás del horizonte ya  estamos en América…

TF. Tenéis fama de ser la gente más abierta de España. Y ahora hablemos de ti, Carmen. ¿Es cierto que empezaste a cantar en el “cole” ?

Carmen. Sí, en el “cole” del barrio de la Viña, en el Virgen de la Palma, ahí empecé yo en el teatrito, ahí estaba el maestro Mera, conocido en Cádiz como maestro de artistas, más que de flamenco, de copla, de zarzuela; era pianista, él tocaba y nosotras cantábamos las canciones de Marisol y de Joselito, las canciones populares de Cádiz. Después pasamos a ser niñas del coro y cantábamos en todas las misas. Luego nos mudamos de barrio, nos fuimos a Puerta de Tierra, a otro colegio de monjas, y allí pasé a ser de la Estudiantina. Y ya después me metí a cantar, pero eso fue más tarde, cuando me casé con 18 años. Mi madre nunca me había dejado cantar más que en cosas del colegio…

TF. Y tu marido te dejó…

Carmen. Manolo sí, él fue mi tabla de salvación. Él no era artista pero le encantaba el flamenco y la copla. Empecé a presentarme a concursos y a otros sitios, y ya vio que ganaba dinerito, y que entre su dinerito y el mío íbamos pá’rriba, era una época muy mala, teníamos tres niños pequeñitos. Él estaba en Astilleros Españoles, que tampoco andaban muy bien, y así ya lo tomé como una forma de vida, y hacer lo que a una mujer le gusta es extraordinario. Mi madre ya me ayudó con los niños, y yo me iba por ahí, me iba al extranjero, me iba por toda España, una carrera ya exorbitante y ahí seguimos hasta el día de hoy. Ya, con la edad que tengo, voy más pausada, ya no quiero hacer tantos viajes porque con los follones que hay en los aeropuertos… 

TF. Seleccionas lo que quieres hacer.

Carmen. Eso es, yo ahora selecciono. Porque yo siempre he tenido dobletes, tripletes en el mismo día y los fines de semana cuatro o cinco cosas, algo horroroso, pero era la fuerza de la juventud. Y claro si quiero volcar el alma en el cante eso no se puede hacer. No se puede estar de allá para acá; yo he “llegao” a cantar en cuatro pueblos distintos en una noche, y eso ya no lo haría ni loca. Pero la juventud es muy poderosa.

TF. Cuéntame algo que te haya marcado especialmente, algo que consideres muy relevante.

Carmen. Pues mira, sí, siempre recordaré cuando la alcaldesa me mandó a América, a Costa Rica, para representar a Cádiz cantando saetas, porque yo con seis añitos canté la primera saeta en el colegio, y ya después de mayor, cuando conocí a Manolo y me casé, pues me presenté a un concurso de saetas. No gané nada, porque tenía muchos nervios, porque era la primera vez que me ponía delante de un micrófono y me imponía. Lo de América. Me dijeron ‘tú como española, tú vestida de negro con tus guantes, tu mantilla, tu collar de perlas blancas.’ Y cuando yo llego a América, que había 40 grados a la sombra, la gente con vestidos de tirantes, y yo parecía una cucaracha, toda de negro. Y ahora me ponen en una procesión y la gente besándome las manos porque no sé si me veían como una santera, nunca habían visto nada parecido. Al final tuve que ir escoltada por la policía, porque la gente me quería tocar y besarme las manos. Nunca habían visto a una señora así vestida, toda de negro, con velo, con peinetas, y nunca en la vida habían “escuchao” una saeta, no sabían ni lo que era. Entonces tuve que explicarlo, me pusieron en el púlpito de la catedral…Cuando ya me escucharon cantar se quedaron ya te puedes imaginar, escuchando aquellas letras de Dios y es que nunca habían visto a una “cantaora“ de flamenco así vestida, con un traje que aquí en Semana Santa es normal pero allí… En fin, que fue toda una  experiencia.

TF. Ya ya, me lo imagino. (reímos a carcajadas) Carmen, yo quería hacerte una pregunta referida a tu concierto de esta noche, este proyecto homenaje a Camarón. Tú ¿conociste personalmente a Camarón?

Carmen.  Sí, he estado en varios carteles con él. Camarón siempre ha sido un cantaor muy idolatrado, con una voz que sin ser de esas de flamenco duro era maravillosa, diferente a todo el mundo, que atraía a quien le escuchaba. No sé explicarlo, como tú dices era una voz como de metal rajao y luego tan silencioso, tan introvertido. Hablaba en la intimidad de su familia pero fuera de eso no hablaba con nadie. Yo, de hecho, estuve en un homenaje que le hizo la Diputación de Cádiz, estando ya muy enfermo, y él, el pobre con la cara así y todo el mundo que quería saludarlo. Yo cogí y lo saludé, ¿qué pasa, José? Yo estaba muy emocionada y mal, porque sabía que era la última vez que lo iba a ver. Ya se sabía lo mal que estaba y todo el mundo quería hacerle homenajes y el pobre ya estaba como harto de homenajes, sabía por qué se los hacían y ahí le vi  llorar… Mira, cuando me llamaron para decirme que había muerto, corriendo llamé a una amiga mía y nos fuimos inmediatamente para San Fernando, que traían el féretro andando por la carretera y aquello fue impresionante, nunca se ha visto nada igual…

Carmen de la Jara cantando. Alcázar de Jerez, 25.08.17. Foto Teresa Fernández

TF. Dios mío, qué recuerdos, qué vivencias tan inolvidables. Bueno, en varios carteles con Camarón y en otros muchos proyectos…Cuéntame algo.

Carmen. Bueno, yo siempre he tenido muchos proyectos, he cantado a los poetas, a Falla, a Lorca. Cuando se cumplieron los 50 años de la muerte de Falla y de Lorca, que fue una celebración mundial, yo también me subí a ese carro, saqué mi disco y lo llevé en espectáculos por todos los sitios, cantando, bien con orquesta o con piano, las canciones de Falla y Lorca, canciones españolas y las populares de Lorca. De hecho, ahora lo hago en Granada el 24 de noviembre, celebrando lo del año 22, el concurso de Cante Jondo. Tengo otros espectáculos, de tango argentino, no como allí, claro, en mi voz los he “aflamencao“ pero no los he “convertío“ al flamenco, solo adaptarlos a mi voz y a mi forma de cantar. Bueno sí, por ejemplo ‘Caminito’ lo convertí en bulería, bueno, y otros a tangos flamencos. Otro espectáculo, la Cumbre Flamenca con Chano Lobato haciendo cantes de Cádiz; también he estado en muchos programas de televisión, como ‘Esta noche es fiesta’ de TVE, en Canal Sur muchas veces, en la segunda cadena en una gala flamenca con Chano Lobato, Mariana Cornejo, el Nano de Jerez, también una ‘Noche Flamenca’ en el Teatro Villamarta de Jerez, muchas cosas… 

TF. Carmen, ¿cuando te llamaron para participar en este homenaje a Camarón, en un año dedicado a él, por los veinticinco años de su muerte, lo sentiste como algo muy especial?

Carmen. Sí, claro, por la Fiesta de la  Bulería, que es algo muy especial, y ésta es la que cumple cincuenta años. Es un privilegio estar aquí, y además en un concierto homenaje a Camarón, a quien he querido muchísimo, además en un año como este. No tengo palabras.

 TF ¿Hablamos un poco de Tesoros del cante antiguo gaditano?

Carmen.   Pues como te conté, era verano y éramos los palmeros, guitarras y yo. El productor fue Antonio Barberán, que está aquí, es el presentador del concierto de esta noche. La grabación fue muy improvisada, muy ceñida a los cantes antiguos de Cádiz, siempre en directo, a veces por sorpresa, a veces cantes que yo no tenía “ensayaos“ ni “ná“, era coger el papel y cantar directamente, se grababa y así se quedaba. Es un disco como si yo te canto a ti ahora mismo, me cojo una guitarra y dos palmeros y te lo canto…Y luego fue tan premiado, que he llegado a estar muy orgullosa de ese disco y sigo cantando cosas de él muchas veces.

TF. Y esta noche vas a cantar algo de él, te pregunto.

Carmen. Pues sí, esta noche voy a cantar las bulerías de ‘las tres madres’, de la madre de Camarón, Juana Cruz, de la madre de La Perla, María la Sabina, y de Rosa la Papera, que era la madre de Santiago Donday, un gitano gaditano muy famoso. Camarón las aprendió y las cantaba. Así que esta noche voy a hacer un rebujito por bulerías y otro por tangos. Yo quería cantar también por soleares de Cádiz, pero parece que ya las va a cantar otro, la realidad es así.

Está en todos los libros y antologías del flamenco. Tiene un currículo de varias páginas, siete discos en solitario, premios de todas clases, de peñas, de festivales, de discos. Y una voz de seda, cuando canta y cuando habla. Y viene de Cádiz.