Hoy hace tres años que nos dejó Chiquito de la Calzada, ese humorista extraordinario que nos hizo pasar buenos momentos de risas. Con las circunstancias que nos están tocando vivir en estos tiempos de COVID-19 el sentido del humor se hace casi imprescindible.
Recordando dos chistes de Chiquito de la Calzada:
1) El hijo que le pregunta a su padre:
“Papárrrr, papárrr” , te habla tu bambino Guillermino ¿tú sabes? Que nació después de los dolores en una cama. ¡Soy un torpedo papárrr! ¡Quiero hablar contigo papárrrr!
¡Habla!
Papárrrr ¡¿Tú tienes cuernos?!
Y dice el padre: Yo que sé hijo mío, tengo tantas cosas en la cabeza…
2) En la consulta del médico:
Uuunooo, que llega al doctor Grinando Yoladine Jauer, ese pedazo de médico por la gloria de mi madre, jarrrr, que tenía la espalda como un ropero abierto. Y le dice:
Doctorll
Relájese usté físicamente, moralmente. ¿Qué le pasa a usté?
Doctorll ¡estoy muy mal de los bronquios!
Relájese usté, que le huele más el sobaco que a un camello cargado de muebles. Pasa a la pantalla.
Pasa y le dice el doctor: Relájese usté otra vez le digo yo. Respire usté ¡¡ahora!!
Y le dice el doctor: Lo veo muy mal…
¡¡¿Doctor cree usté que tengo algo de cáncer?!
¡¡Noooorrrlll!! Tiene usted cemento en los pulmones… piedras en el riñón y agua en el vientre.
Y dice este hombre mu serio: Doctorrlll ¡¡lo justo para hacerme un chalé!!
Hasta luego Lucas, ¡no puedorrrr, no puedorrrr! Que ligo menos que la gata del vaticano….