Con la llegada del calor, al ponerse en marcha los aparatos de aire acondicionado, se ha planteado hasta qué punto estos no son transmisores del virus COVID-19.
La Sociedad Española de Sanidad Ambiental y la de Salud Pública y Administración Sanitaria, han descartado que el virus del COVID-19 pueda reproducirse en los sistemas de aire acondicionado. Considerando que la calidad del aire sea buena, dado que se renueva constantemente y si se instalan con la normativa vigente de cambio de filtros, etc. no tiene sentido, alega el comunicado emitido, que el virus pueda reproducirse.
En el mismo indican que, aunque no se sabe mucho al respecto, lo cierto es que la transmisión del virus por esta vía es totalmente fortuita. La ventilación, y como consecuencia de ello la desinfección de los aparatos, debe de estar garantizada también, porque si no, pueden ser foco de otras enfermedades que no tienen que ver con virus y sí con bacterias.
Por tanto, recuerdan la importancia de mantener la higiene de manos y de los lugares públicos en donde se comparta el habitáculo, como pueden ser servicios, lugares de encuentro o salas de espera. En todos ellos se recomienda extremar el cambio de filtros del aire, la limpieza interna y externa de los aparatos, así como de las superficies en donde haya habido gente durante todo el día. La frecuencia de limpieza en, cualquier caso, recuerdan, debe de incrementarse para evitar posibles contagios.