Indigna y sorprende que la presidenta Clara Sheinbaum ignore cuestiones importantes de la vida nacional y pida a Donald Trump respuestas que ella debiera tener.
Revelando con eso que no mete ni las manitas en asuntos decisivos para el país, que en la Casa Blanca no le tienen ni pizca de confianza y que se entera de muchas cosas por la prensa, igual que nosotros y cuando ya pasaron.
Pero finge demencia diciendo que las relaciones con el vecino están mejor que nunca y todo está bien.
Aunque de repente se olvida de sus dichos y amenaza con «movilizar» a sus huestes o pedirles escriban a los congresistas para que eliminen el cinco por ciento a las remesas; lo que o no hicieron o a los diputados les valió.
¿Es esa, inteligente, eficiente y soberana forma de gobernar?
Por supuesto que no; es un tipo de demencia ideológica poco curable, que solo ve lo que tiene frente de las narices y con un cristal que impide a nuestra botoxeada mandataria, apreciar todos los ángulos.
Para otras demencias, recientes investigaciones abren futuros promisorios y podrían ayudar a disminuir enfermedades temidas por todos como el Alzheimer, la demencia senil y el Parkinson.
Patologías neurodegenerativas que ocasionan trastornos conductuales, deterioro de memoria, orientación y juicio, tienen atroz impacto sobre familias y sociedades y afectan a más de 32 millones de personas en todo el mundo.
Y aunque no se conocen exactamente las causas que las detonan, son factores de riesgo la genética y la edad avanzada y en cambio, mantenerse activo física y mentalmente, retarda su aparición.
Los nuevos hallazgos entre los que incluyo la terapia genética personalizada, que benefició a un bebé de nueve meses al editarle un gen que codifica una enzima clave en la función hepática, han permitido conocer más sobre lo que sucede en nuestros cerebros.
Y los científicos anuncian que se acerca el día en que se podrán hacer análisis de sangre de rutina para detectar el deterioro cognitivo de manera similar al colesterol.
Por lo pronto, los investigadores advierten que tenemos en el intestino un «segundo cerebro»; porque su contenido cambia la forma como pensamos y actuamos.
Tema del que trata la corresponsal de Salud de la BBC Melissa Hogenboom en un artículo de principios de este mayo 2025, en el que asienta que una buena nutrición es esencial para un cerebro saludable.
Y que las dietas ricas en frutas y verduras, frijoles, cereales integrales, nueces, carnes magras y grasas saludables están asociadas con un menor riesgo de demencia y son tan fundamentales para una vejez saludable, que pueden evitar o retrasar el Alzheimer, que comienza a desarrollarse unos veinte años antes de que aparezcan síntomas.
Además, la Universidad de Stanford difundió en la revista Nature que la vacuna contra el herpes zóster, reduce en un veinte por ciento el riesgo de desarrollar demencia; abriendo nuevos desafíos para la prevención del deterioro cognitivo en adultos mayores.
El Instituto Walter y Eliza Hall Centro de Investigación de la Enfermedad de Parkinson, en Australia, publicó en la revista Science, que su descubrimiento de la proteína PINK1, permitirá encontrar nuevos medicamentos para tratar este padecimiento; el de más rápido crecimiento en el mundo y aunque a menudo se asocia a temblores, sus síntomas incluyen trastornos cognitivos, del habla, regulación de la temperatura corporal y visión deteriorada,
En Argentina, por cierto, han encontrado algo más sencillo y divertido para ayudarlos; los ponen a bailar tango y ha resultado un aliado clave en su rehabilitación porque mejora la coordinación y sirve en cualquier etapa de la enfermedad.
En fin, hay muchísimas novedades más.
Pero los científicos coinciden en el beneficio que representa para nuestra salud cerebral, hacer algunos cambios sencillos a nuestras actividades diarias; entre los que están:
- El uso de cascos al andar en bicicleta o patines.
- Y de auxiliares auditivos para no aislarse socialmente.
- Checarse la vista, porque un estudio del año 2023 encontró que el 71 por ciento de los adultos que no ve bien, puede presentar demencia.
- Hacer ejercicio diariamente; como mínimo, camine un poco.
- Pasarse hilo dental, para prevenir infecciones de las encías; que últimamente han sido ligadas con la demencia.
- Mantener vida social haciendo lo que le guste o jugando cartas, aunque sea una vez al mes.
- Utilizar mascarillas en ambientes contaminados.
- Cuidar el cuello, porque por ahí llega la sangre al cerebro.
- Dormir bien, porque una mente descansada es indispensable para la salud cerebral.
Y para finalizar, me encantó lo que según un artículo de Julia Hotz en la BBC están recetando médicos de varios países a sus pacientes y consiste en hacerse cargo de pequeñas parcelas.
Porque jardinear y el contacto diario y directo con la naturaleza aumenta la actividad física, reduce estrés, los ataques cardiacos, la irritabilidad, diabetes y otros factores que pueden llevar a la demencia.
