La Asamblea General de Naciones Unidas ha proclamado el 4 de febrero como Día Internacional de la Fraternidad Humana, en recuerdo de la declaración conjunta a favor de la fraternidad firmada en Abu Dabi hace dos años por el papa Francisco y el gran imán de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyib.
El Oriente, publicación digital de la Gran Logia de España, destaca esta efemérides porque «la fraternidad universal de nuestra heterogénea Humanidad es el principio capital de la Masonería», y valoran que haya sido elevado a día internacional por las Naciones Unidas.
La declaración de las Naciones Unidas sobre el Día Internacional de la Fraternidad Humana subraya «la importancia de una mayor conciencia de las diferentes culturas y religiones o creencias y de la educación en la promoción de la tolerancia, lo cual implica la aceptación y el respeto de la diversidad religiosa y cultural».
Agrega que «la tolerancia, la tradición pluralista, el respeto mutuo y la diversidad de religiones y creencias promueven la fraternidad humana».
Para la Asamblea General, la celebración de la Fraternidad Humana será una expresión de la «profunda preocupación por los actos que constituyen una apología del odio religioso» socavando «el espíritu de tolerancia y el respeto de la diversidad».
Sostiene que frente al integrismo que han mostrado a lo largo de su historia las distintas religiones, el 4 de febrero debe abrir a un modo nuevo de entender la propia espiritualidad, «reconociendo la valiosa aportación que hacen las personas de todas las religiones o creencias a la humanidad, así como la contribución que el diálogo entre todos los grupos religiosos puede aportar para que se conozcan y se comprendan mejor los valores comunes compartidos por toda la humanidad».
