España celebra hoy 28 de julio el día mundial contra la hepatitis, desde que en 2008 se instituyera por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el fin de concienciar a la población acerca de las diversas hepatitis existentes, A, B y C, especialmente estas dos últimas así como sus enfermedades asociadas. Una enfermedad que está a punto de ser erradicada si no fuera porque más de 60.000 personas están infectadas de hepatitis C y no lo saben.
Bajo el lema, «Encontremos a los millones de personas que aún no lo saben» (Let´s find the missing millions), la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE), protagoniza una campaña activa en la que pretende que todas las personas que sospechen que están o hayan estado en contacto con personas que tengan o hayan tenido este virus acudan a un centro de salud.
Todos los pacientes de riesgo que pudieron recibir transfusiones de sangre antes de 1992, personas que hayan mantenido relaciones sexuales de riesgo o bien aquellos que tienen tatuajes, piercings y otras alteraciones en la piel por elementos externos en donde haya existido sangrado, son personas que probablemente estén infectadas y son asintomáticas.
En el mundo conviven 300 millones de personas con hepatitis virales que desconocen padecer esta infección. Una enfermedad que se puede curar si se encuentran a las personas afectadas y estas son tratadas convenientemente. El número de personas que contrajeron la infección solo en 2017 fue de 2,85 millones, un aspecto muy a tener en cuenta dado que las hepatitis son responsables cada año de 1,4 millones de decesos y están detrás de dos de cada tres casos de cáncer de hígado.
«Es urgente mejorar la reducción de daños, los servicios de control de la sangre y de las infecciones y la vacunación contra la hepatitis B. Invertir en la lucha contra las hepatitis es una decisión inteligente para obtener resultados de salud más generales, por ese motivo invitamos a los países a dar un paso valiente de liderazgo político por el que integren los servicios para la hepatitis en su camino hacia la cobertura sanitaria universal», ha concluido la OMS.
La hepatitis debuta entre los 20 y los 80 años si bien, es más alta la incidencia en varones que en mujeres. Esta enfermedad viral crónica para que actualmente no existe vacuna alguna. Según los datos de la OMS, las hepatitis virales B y C constituyen la segunda enfermedad infecciosa más mortal tras la tuberculosis. Además, la cifra de personas que contraen hepatitis es nueve veces superior a la del virus de inmunodeficiencia humana (VIH).
Todas las hepatitis son prevenibles e incluso la C es curable, si bien sin el diagnóstico y una prevención adecuada podemos contraerla en cualquier edad sin preverlo porque apenas se tienen síntomas. Actualmente la OMS según los datos publicados en The Lancet Global Health, invierte más de 5.000 millones de euros en diagnosticar y tratar la enfermedad se evitarían, 26 millones de muertes prematuras y todavía harían falta más de 52.700 millones de euros (58.700 millones de dólares) de aquí al 2030, lo que reduciría las nuevas infecciones en un 90 por ciento y las muertes en un 65 por ciento.siguen existiendo nuevas infecciones debido a la falta de servicios de prevención.
La hepatitis A es una infección del hígado sumamente contagiosa causada por el virus de la hepatitis A.
Es uno de varios tipos de virus de hepatitis que causa inflamación y afecta al funcionamiento del hígado. Entre los síntomas descritos por los pacientes se acusa una fatiga intensa, náuseas, vómitos repentinos, evacuaciones de color arcilla, pérdida de apetito, orina oscura, dolores articulares y un peculiar color amarillento en la piel y en la esclerótica (parte blanca del ojo) llamada ictericia. Aunque estos síntomas son propios de otras enfermedades ciertamente no todos los pacientes los distinguen y pasan desapercibidos en determinadas etapas de la vida.
El virus normalmente se propaga mediante la ingesta de comidas o bebidas contaminadas con materia fecal, incluso en cantidades muy pequeñas. No se transmite al estornudar ni al toser. Beber agua contaminada, comer marisco crudo si ha estado en aguas residuales contaminadas, estar cerca de pacientes infectados o tener relaciones sexuales sin protección con alguna persona que tenga el virus son los contagios más habituales.
Si la persona es VIH positivo, si está en contacto con niños, si tiene hemofilia o ingiere drogas habitualmente puede ser persona de riesgo además si practica sexo con hombres sin protección es una circunstancia que puede propiciar padecer hepatitis frecuentemente. Ante la sospecha de padecer cualquiera de esos síntomas o bien si cree que puede estar infectado, acuda de inmediato a su médico de cabecera. Él le dirá cómo debe proceder.
