La obra digital Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia está supervisada por la historiadora Carmen Iglesias ha tenido diversos calificativos desde que se mostrara al público en su versión de papel en 2011. Ahora, en la versión gratuita digital, apuesta por ser un hito académico y tecnológico, una portentosa herramienta como ha sido definida recientemente.
Una reunión literaria de amigos en el año 1735 dio lugar a lo que hoy llamamos Real Academia de la Historia. Los contertulios, según citan en la web, se dirigieron a Felipe V para que autorizara sus reuniones y el monarca les concedió su protección. Hoy, Felipe VI recoge el testigo de su antepasado y asume la real protección de la academia, según recoge la Constitución en su artículo 62, el alto patronazgo de las Reales Academias.
La obra inacabable, como es descrita, y ciertamente inacabada a la que se van sumando biografías de diversos personajes de la vida civil, militar, política, social, cultural etc. todos ellos fallecidos abarca cerca de 2.500 años de historia de España, desde el siglo VII A.C con Argantonio, hasta la ministra Carme Chacón, qepd, el pasado año. Cerca de 4.500 expertos y 500 instituciones han logrado que este diccionario sea una realidad.
Existe una versión gratuita y otra de pago para historiadores que precisa un registro de pago, por 9.99 euros al mes o una cuota anual de 99 euros.
Como toda obra, contiene errores que se han resaltado, si bien se ha corregido de la versión en papel por ejemplo, la descripción de Francisco Franco. Ahora figura, jefe del Estado y dictador.
Es una buena herramienta para el estudio que también considera la intrahistoria, las personas anónimas que aportaron algo a España y que luego fueron consideradas aunque siguen siendo grandes desconocidos para muchos ciudadanos.