El infinito Gonzalo Torrente Ballester

A los veinticinco años de su muerte se publica una nueva edición de «Quizá nos lleve el viento al infinito»

En una antología de textos preparada por el propio escritor («Lo mejor de Gonzalo Torrente Ballester». Seix Barral, 1989), en la introducción al fragmento elegido de «Quizá nos lleve el viento al infinito», escribe Torrente que en esta novela («una de las mejores de las mías») hay una relación muy visible con el mito de Galatea y Pigmalión.

Como se sabe, Pigmalión, rey de Chipre y artista excelso, esculpió en marfil blanco la estatua de una mujer de  belleza tan extraordinaria que llegó a enamorarse de ella y pedir a Zeus (a la diosa Afrodita en otras versiones) que la convirtiera en un ser de carne y hueso, deseo que le fue concedido. Le puso de nombre Galatea, se casó con ella y la hizo reina de Chipre. Tuvieron dos hijos: Pafos y Metarne.

En la novela «Quizás nos lleve el viento al infinito«, reeditada ahora por Cuatro Lunas, Torrente Ballester traslada esta historia de la mitología griega a la época contemporánea, concretamente al Berlín dividido durante la guerra fría (hay citas explícitas a la leyenda en las páginas 265 y 307) y sitúa a los personajes atrapados por el ambiente opresivo y la niebla que invade los escenarios en los que se mueven. 

Aquí Galatea es un robot que se encarna en Irina Tchernova, una bella espía del Pacto de Varsovia, de la que el protagonista se enamora sin conocer su auténtica naturaleza (y ella también de él). Otra espía-robot, esta del bando occidental, Eva Gradner (a veces Gredner, Gerdner, Grodner, incluso Gardner (recibe sobrenombres diversos: La Implacable Espía electrónica, La Espía Prodigiosa, La Espía Arquetípica…) tiene como misión localizar y eliminar a un tal Maestro de las huellas que se pierden en la niebla, responsable de la filtración al Pacto de Varsovia de los documentos de un importante Plan Estratégico elaborado por la NATO.

A su vez, este Maestro posee un don extraordinario, el de poder transmutarse en cualquier personaje y sustituirlo durante el tiempo que necesite para llevar a cabo sus misiones, un don que le enseñó a ejercitar en su infancia el gurú Yajñavalkya, de quien fue discípulo. Así, ocupa los cuerpos del capitán de navío Gastón de Blacas, del agente Max Maxwell, de los coroneles Etvuchenko y Peers o del profesor Von Bülov (la metamorfosis es otra alusión a la mitología: Dánae, Leda, Ganimedes, Hera), cuyos avatares incitan al lector a reflexionar sobre el problema de la identidad.

El objetivo de este protagonista es preservar la paz mundial y para ello cuenta con la ayuda de la cantante alemana Mathilde Werner, quien le ayuda a conseguir que la Señora Rosa Fletcher y su hijo se reúnan en Berlín Este con su marido, un científico occidental disidente que se refugió en la Alemania comunista para no verse obligado a fabricar un invento destructivo.

Torrente Ballester niega que sea ésta una novela de ciencia ficción ni que se trate de una trama policíaca. Tampoco es una distopía, género tan en vigor actualmente, pero sorprende al lector el alcance visionario de sus propuestas, que desarrolla en un ámbito literario borgiano.

A cuarenta años de su primera publicación en 1983 y, según el propio Torrente Ballester, escrita muchos años antes, pues fue recuperada de un cajón donde la tenía olvidada, sorprende la capacidad del escritor para imaginar un mundo poblado de cyborgs (entonces replicantes o autómatas), y adelantar algo parecido a lo que ahora se conoce como Inteligencia Artificial. 

Unos robots que atienden a las órdenes para las que están programados pero en cuyo comportamiento, a veces, como en el caso de Irina, se rebelan contra su destino mecánico e imponen, por encima de la tecnología, sentimientos como la poesía, el amor, el sacrificio y la invocación a Dios. 

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.