Montserrat Soto (Barcelona, 1961) estudió Bellas Artes en Grenoble (Francia) y en París, y se formó como pintora en la Escola Massana de Barcelona y en Grenoble. En la actualidad vive en Gumiel de Izán, en la provincia de Burgos.
Entre 1998 y 2006 realizó la videoinstalación “Secretos. Memoria oral”, sobre el rescate de los restos de su abuelo, fusilado durante la guerra civil, en una de las fosas comunes recuperadas por la Asociación de la Memoria Histórica.
Su obra se manifiesta preferentemente a través de fotografías e instalaciones. Además de varias exposiciones en España, ha mostrado también su obra en Nueva York y Argentina.
En sus fotografías, Montserrat Soto rastrea la presencia de la cultura y los enfrentamientos que ha tenido que superar ante la autocensura y la censura en todas sus formas, como en “Imprimatur”, una de sus últimas exposiciones en Madrid, dentro de PhotoEspaña 2018, en la que Soto rastreaba la presencia del libro en el arte, desde la Edad media a la Ilustración.
El premio le ha sido concedido por “su preocupación por la ecología y la memoria que otorga a su trabajo un peso de orden político, antropológico y social”. Las fotografías de espacios y paisajes de sus viajes a través de todo el mundo es otro de los motivos por el que se le ha concedido este premio, según el jurado: por su compromiso con los espacios habitados y con las presiones que ejercen sobre las personas que los ocupan”.
Además de fotografía, Montserrat Soto practica ámbitos tan aparentemente alejados como la escultura y el videoarte y colabora en proyectos relacionados con la poesía y el cine (colaboró con Chus Gutiérrez en el documental “Las que viven en la niebla”. Es autora de la escenografía de la obra de teatro “Las tierras de Alvargonzález”, estrenada en el Teatro María Guerrero de Madrid. Recuperamos la reseña que publicamos en “Periodistas en español” cuando se inauguró en la sala Alcalá 31 de Madrid su exposición “Imprimatur”.
Historia en imágenes del libro y la censura
La aparición de la imprenta en el siglo XV desató de inmediato la preocupación de todos los poderes por la difusión de los conocimientos que pudieran poner en riesgo el dominio de autoridades y estamentos. El libro se convirtió en una herramienta portadora de verdades que no siempre gustaban a quienes ejercían el poder en todas sus manifestaciones, desde la Iglesia a los Estados. A través del Tribunal de la Santa Inquisición y de las prohibiciones que reyes y señores ejercían sobre textos incómodos se trataba de controlar las ideas de sus autores, editores y promotores a veces hasta la muerte. La pintura se ocupó de reflejar en sus imágenes el fenómeno del libro ya desde antes de la imprenta. A través de los siglos se fue manifestando en el arte la presencia en la sociedad del nuevo vehículo de conocimiento, casi siempre utilizado para afianzar el poder. Con el término latino Imprimatur (imprímase) la Inquisición aceptaba la impresión de un texto, previo paso por la revisión de sus censores. Bajo este título la artista Montserrat Soto expone dentro de PhotoEspaña sus fotografías de cuadros relacionados con el fenómeno libresco desde la Edad Media hasta los años de la Ilustración, cuadros en los que el libro es tema relevante o protagonista. En su mayor parte la representación de los libros estaba relacionada con santos o pensadores de cada una de las épocas que recoge la iconografía.
A estas imágenes se añaden dos videoinstalaciones sobre Francisco de Goya y Galileo, dos personalidades que sufrieron la persecución de los censores. Se incluyen además referencias a un pasado más reciente relacionado con las quemas de libros y obras de arte “degeneradas” en la Alemania nazi, con la destrucción de obras de arte milenarias a cargo de islamistas radicales y sobre la polémica de los dibujos de la revista satírica francesa “Charlie Hebdo” que fueron la excusa del atentado que causó la muerte a varios periodistas de esta publicación.
La exposición es una invitación a reflexionar sobre la construcción de nuestra herencia cultural, incidiendo en lo que fue autorizado y lo que fue censurado, borrado o prohibido. Se destaca sobre todo la intromisión y el dominio de la Iglesia en la producción intelectual. En los espacios en los que se distribuye la muestra figuran frases como “lo que ves”, “lo que no quieres ver”, “lo que no quieren que veas”, “lo que puedes dejar ver”… También se propone un paralelismo entre el control a partir de la imprenta y la falsa imparcialidad de internet manifestada a través de formas de acceso, control y censura en este medio, mecanismos que se vienen repitiendo a lo largo de la historia hasta la actualidad.