El Tambor del Cristo de Torralba de Calatrava

Durante todo el verano los distintos medios de comunicación se han hecho eco de las múltiples fiestas, ritos y costumbre populares que se desparraman por España, que van del archifamoso toro de la Vega de Tordesillas al lanzamiento de patos al mar en Sagunto, pasando por las “codornices al tubo” de Becerril de la Sierra, hasta llegar a la conocida como “bous al mar” de Denia, donde los paisanos obligan a una vaquilla a lanzarse al mar desde un espigón.

Pero junto a ello, cabría decir que existen también otros ritos o costumbres que, lejos del salvajismo del que hacen gala tanto macho patrio hispano, tienen sin embargo una connotación festiva que es vivida por los protagonistas y sentida por el pueblo donde tiene lugar.

Argimiro acompañado de vecinos en Torralba de Calatrava

Este año he tenido la oportunidad de vivir en directo una de ellas que me ha impactado por esa connotación festivo-religiosa del protagonista. Se trata de la conocida como el Tambor del Cristo de Torralba de Calatrava, que tiene lugar en el pueblo manchego del mismo nombre con ocasión de la festividad del Santísimo Cristo del Consuelo. Es una tradición que se repite desde hace muchísimo años para anunciar la llegada de las ferias y fiestas locales.

La historia que hoy cuento viene de lejos, pero cabe en pocos minutos: imagínense un niño que a los dos años de edad ingiere un líquido peligroso, bien fuera legía u otro parecido, con lo que ello significaba hace más de 50 años. Ante semejante trance, la madre pidió al altísimo el milagro de salvar al hijo, prometiendo que de salir con vida el susodicho crío, éste tocaría el tambor en las fiestas del Cristo del Consuelo del pueblo.

No sabemos a ciencia cierta si el logro de salvar la vida de la criatura se debió a un milagro de las alturas debido a la promesa hecha por la madre o más bien a que los galenos estuvieron acertados cuando abrieron al chiquillo en canal para sacarle el veneno ingerido, pero lo cierto es que el niño, Argimiro, hoy un hombretón que ha cumplido los 50 con holgura salió adelante, está vivo, y cumpliendo la promesa hecha por la madre toca el tambor todos los años en las fiestas del Santísimo Cristo del Consuelo de Torralba de Calatrava.

tambor-del-cristo_Torralba-Calatrava El Tambor del Cristo de Torralba de CalatravaPero es que lo toca largo y tendido, tanto como durante 48 horas, día y noche, recorriendo las calles del pueblo, acompañado en ocasiones por alegre compaña que le hace la cosa más llevadera, ayudándole en ocasiones. Así es que si usted acude a las fiestas de este pueblo puede oír el tambor a las puertas de su casa a las doce de la noche o a las tres de la mañana, o a las cinco, o las siete, según el recorrido. Yo lo he sentido este año en mis tímpanos a las cuatro, a las seis y a las ocho de la mañana, habiendo momentos en que ya no sabía si estaba soñando con el tambor de marras o era el instrumento el que sonaba bajo mi ventana.

Hablando con Argimiro, me ha comentado que este año se ha hecho 80 kilómetros andando por el pueblo tocando el tambor en los dos días en que cumple la promesa hecha por la madre. Pero lo bueno del caso es que se trata de un alto ejecutivo de un firma multinacional que está desplazado en China por razones de trabajo, controlando la fabricación de calzado, materia en la que es un experto al haberse especializado en la profesión en sus años juveniles en tierras alicantinas donde, posiblemente, se fabrique el mejor calzado del mundo.

Para Argimiro este acto de tocar el tambor durante dos días, que podríamos denominar como rito, fiesta o costumbre es sagrado, por lo que todos los años deja atrás la China de su trabajo para regresar al pueblo de sus ancestros a cumplir con la costumbre y darle a la badana, con la consiguiente alegría de los paisanos y también con el consiguiente desvelo de algún foráneo que, ajeno a las costumbres locales, se encuentra con que a las cuatro de la mañana tiene en su calle a un tamborilero alegrándole los dulces sueños.

Claro que a esas horas, y tratándose de las fiestas locales, muchos todavía no se han acostado… Todo sea, eso sí, por el Santísimo Cristo del Consuelo, que cuenta con gran fervor en Torralba de Calatrava. Y que sea para muchos años.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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