El zoo de cristal: ¿quién no ha tenido uno?

La obra de Tennessee Williams El zoo de cristal tiene esa modernidad intacta de lo que está ocurriendo ahora mismo, ante nuestros ojos, y aunque sus personajes remitan a otra época y sus escenarios sean de otro tiempo, lo que hace que parezcan tan exóticos y distintos de los nuestros, vemos que todo sigue ahí y que siempre puede repetirse en nuevas víctimas propiciatorias.

cartel-zoo-de-cristal El zoo de cristal: ¿quién no ha tenido uno?Sus protagonistas los Wingfield son una familia sureña de los EEUU de los años 30 del pasado siglo, pero el drama humano no termina con el final de la obra sino que se perpetúa en el tiempo y por eso nos alcanza y nos toca de lleno.

Por eso también, y esto es lo duro y sin embargo muy de agradecer, Tennessee Williams te ahorra los finales felices que ya nadie se cree, pues nadie es mejor al acabar la obra que cuando empezó.

Y tanto, todo este sufrimiento para nada, he ahí la dureza diamantina de esta puesta en escena, el dolor irreparable de las vidas perdidas y esfumadas en el tiempo. Aunque seguramente no es así del todo y el que se arrepiente de no haber contribuido a paliarlo cuando pudo hacerlo, el haber huido como un cobarde del lugar donde el dolor se producía, sabe que jamás quedará libre. Como ocurre con el padre, cuyo retrato domina las escenas familiares, el padre que los abandonó de pequeños, también él seguirá para siempre atado a esas vidas que dejó en la cuneta.

El zoo de cristal es una de las obras maestras de Tennessee Williams y por ello resulta compendio y cifra de todas las demás. Hay párrafos que son claramente trasunto de su propia biografía, y el personaje del narrador, Tom, «el fugado» como su padre, resulta a ratos un trasunto de su autor. Y no importa que desde el principio el final esté cantado, pues resulta en todo momento estremecedor.

En este zoo tan curioso de animalitos transparentes, Amanda, la madre, es un personaje desmedido que, en su afán por solucionar el futuro de su hija Laura, con un pequeño defecto físico, provocará la risa de los espectadores omniscientes. Junto a ellas, Tom, el hijo ambicioso que se debate entre el deber de cuidar a su familia y el deseo de salir al mundo, y por último Jim, el pretendiente que ha buscado para Laura y que no podrá serlo porque ya está «cogido»; lástima, porque representaba todo lo que la familia ha deseado.

La historia se cuenta desde la perspectiva de Tom, quien abre y cierra con dos monólogos estremecedores, culpable y a la vez víctima de una herencia envenenada, pero la actuación más extremada corre a cargo de la madre. La obra entera, que yo diría que dura lo justo sin haber mirado la hora en ningún momento, se coronó con grandísimos aplausos y un nutrido número de espectadores participó en el coloquio posterior.

  • Autor :Tennessee Williams.
    Adaptación: Eduardo Galán.
    Dirección: Francisco Vidal.
    Intérpretes: Silvia Marsó, Pilar Gil, Carlos García Cortazar, Alejandro Arestegui.
    Escenografía – Andrea D’Odorico.
    Iluminación – Nicolás Fischtel.
    Vestuario – Cristina Martínez.
    Sonido – Tuti Fernández.
    Espacio: Centro Cultural F. Fernán Gómez, sala Guirau, hasta el 14 de diciembre de 2014

Notas:

  • El zoo de cristal fue estrenada en Broadway el 31 de marzo de 1945 por Laurette Taylor, Julie Haydon, Eddie Dowling y Anthony Ross en elPlayhouse Theater, manteniéndose en cartel durante 563 funciones. En Argentina en 1947 con Margarita Xirgú y Esteban Serrador. En 1965 y 1975 por Maureen Stapleton y Piper Laurie, en 1983 por Jessica Tandy yAmanda Plummer, en 1995 por Julie Harris y Calista Flockhart, en 2005 por Jessica Lange y Sarah Paulson y en 2013 por Celia Keenan-Bolger y Cherry Jones.
  • En España, en1950 en el Teatro de Cámara de Barcelona, con Carmen Vázquez Vigo, María Luisa Romero, Ricardo Lucía y Alfredo Muñiz. En 1956 con Pepita Serrador, Francisco Piquer, Narciso Ibáñez Serrador y María Dolores Gispert. En 1961, con Berta Riaza, Montserrat Blanch, Ricardo Lucia y Miguel Palenzuela. En 1978, con dirección de José Luis Alonso, escenografía de Emilio Burgos e interpretación de Carmen Vázquez Vigo, Francisco Algora, Verónica Forqué y Pep Munné. En 1994 con Amparo Soler Leal, Álex Casanovas, Maruchi León y Francisco Orella, dirigidos por Mario Gas. En 2005, con Luis Tosar, Cristina Rota, María Botto y Juan Carlos Vellido.
  • Fue llevada al cine en 1950 por Irving Rapper con Gertrude Lawrence, Jane Wyman y Kirk Douglas. En 1973 una adaptación televisiva fue protagonizada por Katharine Hepburn y Sam Waterston. En 1987 fue dirigida por Paul Newman y protagonizada por Joanne Woodward, John Malkovich, Karen Allen, y James Naughton.

 

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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