Los españoles tendrán que volver a las urnas por segunda vez en seis meses después de que el rey Felipe VI convocara, el 3 de mayo, a elecciones legislativas para el 26 de junio de 2016 ante la incapacidad de los partidos para formar gobierno, informa Andes.
En este decreto, el rey ordena la disolución de las cortes (parlamento) y la convocatoria de elecciones sólo seis meses después de las legislativas de diciembre, que dejaron un escenario político muy fragmentado con cuatro grandes partidos (Partido Popular, Socialista Obrero Español –PSOE-, Izquierda Unida y Ciudadanos) y sin mayorías claras.
Las nuevas cortes se constituirán el próximo 19 de julio por lo que el bloqueo político del país, con un gobierno interino desde finales de 2015, se alargará como mínimo hasta finales de ese mes.
Qué significa esta nueva convocatoria, qué oportunidad tendrán los españoles de formar un gobierno, son interrogantes que fueron abordados por los catedráticos españoles residentes en Ecuador Francisco Sierra, director del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina, y Fernando Casado, profesor investigador del Instituto de Altos Estudios Nacionales, en el programa Ecuador No Para, que transmite El Ciudadano Tv en coproducción con ANDES.
Sierra comparó la situación española con lo que sucedió en Ecuador a finales de la década del noventa, un proceso lento donde el viejo sistema político electoral no acaba de morir, que, probablemente, no cambiará con las elecciones del 26 de junio y se vislumbra un proceso constituyente en ciernes.
La creación de la coalición Unidos Podemos, integrada por la Izquierda Unida, Podemos, los verdes de Equo y otras fuerzas progresistas, representa un avance significativo que va a tener un efecto multiplicador, a criterio del académico, quien es también presidente de la Unión Latina de Economía Política de la Información, la Comunicación y la Cultura.
A su criterio, un primer efecto es la emergencia de una izquierda real, que es la que está movilizándose en las mareas ciudadanas, que va a ser la segunda fuerza política. Quedará en evidencia, sostuvo, los viejos partidos del orden liberal, herederos del franquismo: el Partido Popular, Ciudadanos y el PSOE frente a la nueva alternativa que son la izquierda y los movimientos ciudadanos.
No obstante, cree que los resultados electorales para las fuerzas progresistas no se darán tan pronto, pues el sistema en España beneficia a los partidos de la transición, del status quo, y perjudica a quienes estén por fuera de ese ámbito.
Fernando Casado opinó que las elecciones del 20 de diciembre vinieron a demostrar que llegó la modernidad a España y derrumbó el bipartidismo que reinó desde la muerte del dictador Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975.
Sostuvo que en España existen “aires de esperanza” por el surgimiento de nuevos partidos que representan alternativas para desligarse del neoliberalismo, o “por lo menos para intentarlo”.
“Frente a un bipartidismo que estaba plenamente acoplado a las políticas neoliberales, que serían el PP (Partido Popular) y el PSOE, que se han alternado en el gobierno, y ese partido que parece una marca blanca del PP: Ciudadanos, de Albert Rivera, son tres partidos y a su lado, al frente, nos encontramos con esa coalición de Izquierda Unida y de Podemos, que parece que en todas las encuestas está en segundo lugar, por debajo del PP, y a 4 puntos del PSOE, por lo que podría hacerle el zarpazo en votos y en escaños”, reflexionó.
Añadió que esta nueva forma de hacer política está empezando a calar, no solo en España sino en el mediterráneo europeo (Grecia, Portugal, Italia).
Campaña del miedo
Sierra indicó que en España hay una campaña “muy pesada”, del miedo por eso en la agenda está permanentemente el tema de Venezuela.
“Pero a quien le han quitado el trabajo, la casa, las prestaciones sanitarias, el derecho al subsidio de desempleo, ese ciudadano ya no tiene miedo; sabe que lo que está instaurado en Europa es justamente la cultura del miedo, que hay que recordar que son culturas autoritarias, con la emergencia de partidos de extrema derecha y fascistas en Inglaterra, Alemania, en España también de manera notoria. Quizá el miedo es que eso se mantenga, que ese viejo régimen logre imponer sus políticas que son suicidas”, recalcó.
Frente a eso, dijo, se presenta la esperanza de lo nuevo de un futuro, de una alternativa democrática que reconozca derechos sociales y un nuevo internacionalismo.
“El miedo va a cambiar de bando. Efectivamente, esas elites políticas y económicas están preocupadas, están asustados porque hay un cambio de ciclo político que se está dando no solo en España, en toda la región, porque son insostenibles las políticas austericidas de Bruselas, y eso debería pasar por cambiar nuestra estructura institucional”, manifestó.
Fernando Casado mencionó que la demonización que se hace en España de los gobiernos de izquierda, por la supuesta falta de democracia y por el mal manejo de la economía, es un arma que se utiliza para apelar a la emotividad y falta de racionalidad con lo que se evita confrontar el éxito de las políticas sociales de estos regímenes.
“Lo mismo está ocurriendo en estos momentos en España. Pareciera que se está haciendo la campaña política en Venezuela y no en España sobre los problemas internos que son muchos como un paro excesivo, incremento de la pobreza, la precariedad de la vivienda, como la pobreza energética, y millones de personas que no pueden pagar sus cuentas de luz, de agua, de gas”, planteó.