Apliquemos las mejores fórmulas para democratizar los objetivos, para evolucionar, para constituirnos en oportunidad. Cada día lo es. Transformemos las realidades en pos de ilusiones, de positividad.
Nos quitaremos los lados oscuros, que intentarán aparecer, pero hemos de trastocarlos, diluirlos, eliminarlos, si es posible. No deben faltarnos ganas de vivir.
Triunfemos con nombres propios. Seamos nosotros mismos. Nos hemos de regenerar. Diseñemos afectos con fortuna. Incidamos en el presente y en el futuro haciendo que todo sea más sostenible. Podemos llegar bien alto.
Nos inspiraremos en lo que nos brinda sosiego. Bajemos los volúmenes y hagamos que la emoción inunde las jornadas, que hemos de preparar con mimo.
La inteligencia nos ha de reportar lo más noble. Hemos de creer en lo humano. Las historias se cuentan andando. Narremos sin límites. Defendamos los derechos. Encarguemos lo gráfico con animación y sonrisas.
Procuremos que siempre merezca la pena, por imposibles que parezcan los cambios y estrategias. Acompañemos los eventos de aprendizaje y de óptimas ideas.