En español: claves de redacción sobre el fallecimiento del papa Francisco

La Fundéu ofrece una serie de claves sobre la escritura apropiada de algunos términos que pueden aparecer en las informaciones relacionadas con el fallecimiento del papa Francisco.

Las palabras papa y pontífice, en minúsculas

    Tanto papa como sumo pontífice, romano pontífice o santo padre se escriben en minúscula, tal como indican las normas de la Ortografía de la lengua española sobre «sustantivos que designan títulos nobiliarios, dignidades y cargos o empleos de cualquier rango».

    La expresión su santidad el papa Francisco, solo con mayúscula en Francisco

      En la expresión su santidad el papa Francisco, la fórmula honorífica su santidad se escribe con minúscula, reservándose la mayúscula solo para Francisco.

      Si aquella aparece aislada, la mayúscula es admisible, pero no necesaria: «Fallece su santidad», «Fallece Su Santidad».

      Bendición urbi et orbi, en minúscula y en cursiva

        Su última aparición pública fue el Domingo de Resurrección en la bendición urbi et orbi, no urbi et orbe, en cursiva y en minúscula, tal como señala la Ortografía de la lengua española.

        Colegio Cardenalicio, con iniciales mayúsculas

          El organismo formado por todos los cardenales se conoce como Colegio Cardenalicio, con iniciales mayúsculas, y constituye la autoridad suprema de la Iglesia en espera del nombramiento del nuevo papa.

          Las construcciones curia pontificia o curia romana, en minúsculas

            Se escribe en minúsculas curia pontificia o curia romana, tal como indica el diccionario académico.

            Prelados y ministerios, en minúsculas

              Los sustantivos obispo, arzobispo y cardenal (o purpurado), por un lado, así como obispado, arzobispado y pontificado, papado o ministerio petrino, por otro, se escriben asimismo en minúscula, de acuerdo con las normas de la Ortografía de la lengua española.

              La expresión sede vacante, en minúsculas

                Para hacer referencia al periodo que transcurre entre el momento en que se produce la vacante en la sede romana y la elección del sucesor, se emplea sede vacante, en minúsculas.

                El cardenal camarlengo, en minúsculas

                  El cardenal camarlengo, en minúsculas, es el encargado de administrar los bienes de la curia romana mientras la Santa Sede permanece vacante.

                  Santa Sede, en mayúsculas

                    Santa Sede se escribe con mayúsculas por ser esta la denominación oficial, con personalidad jurídica propia, de la institución que dirige la Iglesia.

                    Papable, adjetivo válido

                      El adjetivo papable, que sigue el modelo de alcaldable y presidenciable, es un término bien formado recogido en el diccionario académico, que señala que, dicho de un cardenal, significa ‘considerado merecedor de la tiara’, es decir, de la dignidad del sumo pontífice.

                      Cónclave, con tilde

                        La junta en la que se elige al nuevo papa se denomina cónclave, no conclave, y se escribe en minúscula.

                        Aunque en el pasado se recomendaba su pronunciación como palabra llana (está formada por la preposición con y el sustantivo clave, esto es, con llave, en alusión a que la junta se celebra a puerta cerrada), el Diccionario panhispánico de dudas recomienda en la actualidad evitar la variante etimológica por haber caído en desuso.

                        El término fumata, en redonda

                          El sustantivo fumata, que aparece en fumata negra y fumata blanca, se escribe en redonda, pues así está recogido en el diccionario académico.

                          El cardenal protodiácono, en minúsculas

                            El cardenal protodiácono, en minúsculas, se encarga de anunciar el nombre del nuevo papa tras haber aceptado este su elección como tal.

                            Habemus papam, no habemus papa

                              Habemus papam (‘tenemos papa’), y no habemus papa, se escribe en cursiva y con papam terminado en eme.

                              El anillo del Pescador o piscatorio

                                El anillo que recibe el nuevo papa se llama anillo del Pescador, con anillo en minúscula y Pescador en mayúscula, dado que es una antonomasia. También se le llama anillo piscatorio, no pescatorio.

                                Numeración en el nombre de los papas

                                  Según la ortografía académica, la numeración romana que sigue al nombre de los papas solo se lee como ordinal hasta el X (décimo), aunque este último también puede leerse como cardinal. A partir de ahí se leen como cardinales, como en Juan XXIII (Juan veintitrés), Benedicto XVI (Benedicto dieciséis).

                                  Se recuerda que, de acuerdo con la tradición vaticana, cuando un pontífice elige un nombre que no ha llevado ninguno de sus predecesores, no se le añade el ordinal primero: Francisco, y no Francisco I.

                                  Ciudad del Vaticano o el Vaticano

                                    El topónimo oficial de esta ciudad-Estado es Ciudad del Vaticano. Si se opta por el nombre abreviado, lo adecuado es escribir el artículo con minúscula: el Vaticano, no El Vaticano.

                                    Iglesia católica, con el adjetivo en minúscula

                                      El papa dirige la Iglesia católica, expresión en la que a Iglesia le afecta la mayúscula institucional, por designar una institución eclesiástica, mientras que el adjetivo que especifica de cuál se trata se mantiene en minúscula.

                                      La voz papamóvil, en minúsculas y en una palabra

                                        La grafía papamóvil, en minúscula y en una sola palabra, es la adecuada para referirse al vehículo que utiliza el papa para recorrer las ciudades que visita.

                                        José Antonio Sierra Lumbreras
                                        Licenciado en Filosofía y Letras, Magisterio y Estudios en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Residente 40 años en Francia, Reino Unido e Irlanda como profesor de español. En Irlanda fundó el Centró Español de Documentación y el Instituto Cultural Español, actual Instituto Cervantes de Dublín. Asímismo, fue corresponsal de: Agencia EFE, Diario Informaciones, Carta de España, Crónicas de la Emigración, España Exterior, La Región Internacional y Escuela Española. Jubilado.

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