Surge el día, sin peso. Bueno, con los elementos y obstáculos de siempre, pero que parecen más livianos. Es cuestión de perspectiva, y a ella os animo para que la jornada cobije verdaderas soluciones. Ganar es una actitud.
Conviene, por tanto, trabajar de manera natural, sin bajar la guardia, saboreando los cafés, aunque sean solos. Ya vendrán «combinados» y resaltados en y de las mil modalidades que nos oferta la vida. Si nos fijamos, si los conocemos, seguro que daremos con el «cortado» adecuado hasta que lleguemos a nuestros empates, a nuestros «capuchinos», o a nuestras opciones más generosas o convenientes. Las hay.
Nos sabemos con victorias relativas, que pueden acontecer o no. Nos mostramos sobrados de recursos. No nos hacen falta demasiados. Comenzar con pasión y tranquilidad es la base para afrontar un trecho que nos puede dar todo. Busquemos la cosecha sin prisas, pero también sin demora.
Tenemos la suerte de estar bien, de querer aprender y de sabernos en relación a los demás, con muchos que nos quieren. ¡Qué tesoro! Hallamos por delante una existencia luminosa. Aprovechemos sus brillos. Vamos (lo sabemos) en la dirección correcta. ¿Me acompañas?