En el universo singular del cineasta francés Alain Guiraudie, escritor, cineasta y actor que aborda sin tabús la homosexualidad de sus personajes («El desconocido del lago» fue su mayor éxito en 2013), «Misericordia» (Misericorde) es su séptimo largometraje, sin contar dos anteriores mediometrajes y buen número de cortometrajes.
Como lo hizo ya en «El desconocido del lago», nos presenta con «Misericordia[1]» un thriller atípico pero esta vez en un contexto rural y familiar que le permite mezclar los géneros y transgredir la pudibunda moral y la religión, sin privarse de cierto humor negro.
Al adaptar aquí al cine una parte de su novela «Rabelaire» 2021 (que inspiró también el guion de su anterior película «Viens je t’amene» 2022), nos lleva Guiraudie ahora a un lugar perdido entre bosques en el Aveyron (región de Occitania en Francia), un pueblecito como tantos en nuestros días, abandonado de la mano del neoliberalismo, que liquida comercios y servicios públicos de proximidad, dejando al abandono la ruralidad.
La belleza de sus coloridos paisajes otoñales y de sus bosques repletos de setas silvestres[2], contrasta con sus viejas casas bellas y tristes con postigos cerrados, su iglesia y su panadería recién cerrada por causa de fallecimiento del propietario; y su cementerio en donde empieza y termina el guion.
Cual hijo prodigo, ángel o demonio, el personaje de Jeremy (el actor Felix Kysl) llega un día al pueblo para asistir al entierro del que años tras fue su patrón. Su viuda Martine (Catherine Frot) su hijo y amigo de infancia Vincent (Jean Baptiste Durand), Annie su mujer (Tatiana Spivakova), otro amigo Walter (David Ayala) y un cura (el actor Jacques Develay), sin olvidar un par de gendarmes, son los personajes de esta tragedia.
Con telón de fondo de secretos familiares y de frustraciones amorosas, que se van a ir transformando en investigación policiaca, evoca en sus diálogos una reflexión filosófica sobre la culpabilidad, la hipocresía o la dualidad de los contradictorios comportamientos humanos.
«Misericordia» se interroga sobre lo bien fundado de la condena y del perdón, pero también sobre la inocencia o la culpabilidad de cada uno de nosotros, antes los horrores y las guerras genocidas que sacuden el planeta. Personajes obsesionados por su pasado pero que nos hablan de nuestro presente común.
El personaje del párroco del lugar, el formidable actor Jacques Develay (más solicitado en televisión, pero presente también en el cine y el teatro), con cuya homilía empieza la película, es para mí la mejor sorpresa de este guion, y como se dice en el oficio, en ese acertado casting junto a la veterana Catherine Frot o al joven Felix Kysl, Develay «se come la pantalla», y es un elemento clave en la comicidad como en la profundidad de este relato, del que es mejor no revelar demasiados detalles.
«Misericordia» título que tiene una connotación religiosa, desprende por su mirada sobre la religión un perfume buñueliano, que me ha hecho pensar en aquella partida de tute con que terminaba «Viridiana», cuando Paco Rabal decía: «Yo sabía que mi primita Viridiana acabaría jugando al tute conmigo».
Pero las influencias cinematográficas que afloran en el cine de Guiraudie, asumidas o no, muy bien asimiladas e incorporadas a su propio universo, son múltiples, desde «Teorema» de Pasolini, al cine de Ingmar Bergman, de Alfred Hitchcock o de Fritz Lang.
El mecanismo de su excelente guion se basa en la llegada de un elemento perturbador en el seno de una familia, o de una comunidad, y ese personaje va a modificar los comportamientos de cada uno con sus misteriosas intenciones y deseos, un tema muy abordado en el cine desde perspectivas muy diversas.
Su puesta en escena sabe captar con talento el silencio y el abandono rural de ese pueblo, en donde evolucionan sus personajes, en el que no vemos a sus habitantes salvo en la escena del entierro, y les adivinamos más bien detrás de sus ventanas espiando al vecino que pasa y que se siente observado.
A guisa de anécdota cabe destacar que a contrapelo de como la «norma» cinematográfica privilegia la filmación del desnudo femenino en las películas, el cine de Guiraudie prefiere filmar el desnudo masculino y nos ofrece una transgresiva y cómica secuencia de antología con un párroco en erección.
«Misericordia» de Alain Guiraudie, una muy buena sorpresa del cine francés en este último trimestre del año.
- La película se estrenó en Francia este 16 de octubre 2024 y ha sido coproducida por el cineasta y productor catalán Albert Serra.
- Pura coincidencia, pero en «Cuando cae el otoño» de François Ozon que vimos en San Sebastián, la religión, las setas silvestres y los paisajes del otoño en esa Francia rural eran también contexto y fuente de inspiración para una intriga muy diferente, pero que tiene ciertos puntos en común con «Misericordia» de Guiraudie.
