El 15º Festival de cine brasileño en París ha mostrado el cine actual, ha recordado el «cinéma novo» y engarzado con la música de Gilberto Gil
El décimoquinto festival de cine brasileño de París acaba de bajar el telón al término de una semana de proyecciones, que han permitido descubrir un buen botón de muestra de la producción de cine brasileño actual, además de una retrospectiva homenaje al veterano cineasta Carlos Diegues, y una clausura en la que fue protagonista el célebre músico y cantante Gilberto Gil.
El premio del público en esta edición 2013, premio otorgado por el voto de los que han asistido al festival, fue a parar a la película “Juan y la bailarina” de Rafael Aguinaga, en el marco de una selección de siete largometrajes de ficción, que contenia títulos como “Era una vez eu Veronica” de Marcelo Gomes, ”Shooting” de Juliana Reis, “La busqueda” de Luciano Moura, “El bosque de Jonathas” de Sergio Andrade, “Los ruidos del vecindario” de Kleber Mendoza, o “Colegas” de Marcelo Galvao.
“Juan y la bailarina” cuenta la historia de un grupo de ancianos en una residencia de la tercera edad que durante las vacaciones y en ausencia de la enfermera, reciben la noticia de como la iglesia católica ha procedido a la clonación de Jesucristo. Coproducción brasileño argentina, “Juan y la bailarina” es una simpática historia de amor y rebeldia rodada en español.
En la selección de documentales junto a películas como “Las historias de Arcanjo” de Guilherme Azevedo, “Las hipermujeres” de Carlos Fausto, “ “Tropicalia” de Marcelo Machado o “Margaret Mee y la flor de la luna” de Malu de Martino, destacaré la presencia de la franco portuguesa María de Medeiros con “Los ojos de Bacuri” emocionante relato basado en los testimonios de Denise y Eduarda, compañera e hija respectivamente de Bacuri, un militante y guerrillero brasileño salvajemente torturado y asesinado por la dictadura militar en 1970.
De Brasil, a Italia y Holanda, Maria de Medeiros ha buscado imágenes y testimonios para reconstruir de forma singular la memoria de ese heróico militante que fue torturado durante 109 días. Con la llegada de la democracia en Brasil y la nuevas nuevas leyes promulgadas por Lula, Bacuri y su familia fueron amnistiados y rehabilitados publicamente. Sin embargo los responsables de esos crímenes contra la humanidad perpetrados por la dictadura militar, siguen gozando en Brasil de total impunidad en el día de hoy.
El festival empezó y terminó con una referencia musical. La proyección de “Gonzaga, de padre a hijo” de Breno Silveira, inauguró el certamen. Una ficción inspirada en la vida real de dos artistas brasileños: Luis Gonzaga “el rey del baiao” en los años sesenta y Gonzaguinha o Luis Gonzaga junior quien se impuso como digno sucesor de su padre en la canción popular brasileña en los años ochenta. Padre e hijo respectivamente, fueron íconos de la cultura popular en su país, el primero nacido en el nordeste brasileño, el segundo carioca de la colina de Sao Carlos.
El guión de Patricia Andrade relata en forma de repetidos flash back, la historia de esa relación filial conflictiva y de la tardía reconciliación entre el gran Gonzaga, que tuvo horas de gloria e ulterior decadencia y su hijo Gonzaguinha, quien grabó cerca de setenta casetes de conversaciones con su padre. Una película que ha tenido un gran éxito taquillero en Brasil.
Carlos DieguesUno de los grandes momentos de esta edición del festival brasileño de Paris fue también el homenaje a Carlos Diegues, veterano cofundador junto a Glauber Rocha del denominado “Cinéma novo” brasileño en los años ochenta. En presencia de Carlos Diegues, quien ha mantenido siempre una estrecha relación con Francia y con París, se han proyectado aquí diez de sus principales películas desde “Ganga zumba” rodada en el sertao brasileño en 1964, a “Xica” o “Bye bye Brasil” en la década de los setenta , “Tieta” en 1995 o sus más recientes películas “Dios es brasileño” 2002, y “El mayor amor del mundo” 2006.
Cerrando el festival se ha proyectado el documental “Viramundo” de Pierre Yves Bourgeaud, en el que asistimos a una gira a través del hemisferio sur del gran músico y cantante brasileño Gilberto Gil. De Bahía a la región del Amazonas, de Australia a Africa del sur, la cámara filma el talento, la generosidad y la pasión del cantante en su acción en favor de la diversidad cultural. El propio Gilberto Gil acudió a esta clausura en el cine Arlequin de París, en una sala de 400 butacas, repleta hasta la bandera.