Fiddler’s Green Festival
Después de treinta años he visitado de nuevo el pueblo de Rostrevor, situado en la provincia de Down, Irlanda del Norte y con menos de 3000 habitantes. Cuando vine por primera vez en la década de los setenta del siglo pasado tenía algunos hoteles y pensiones que fueron víctimas de la violencia que existía y por falta de turistas. Hoy en día continúa sin hoteles y algunas pensiones, mitad bares, que tímidamente comienzan a ofrecer alojamiento.
Si Rostrevor cuando vine por primera vez me impresionó por la belleza de su paisaje, los colores primaverales y otoñales de las plantas que se asientan en las laderas de las montañas Mourne, los largos atardeceres en el verano, su bahía y la amabilidad de sus habitantes, ahora, al volver, he descubierto de nuevo que su mar, las montañas Mourne y acogida de sus habitantes no ha cambiado.
Es un lugar escondido y silencioso escenario ideal para uno de los Festivales Internacionales de Música Celta más importantes de Irlanda y, con permiso de los entendidos, por la participación de sus habitantes, que podría ser un referente para otros países.
Por casualidad, ayer cayó en mis manos un folleto del Festival «Rostrevor Fiddler’s Green International Festival» y, hoy, buscando su sede antes de que comience el próximo domingo 23 y termine el 30 de julio de 2017, he tenido la suerte de coincidir en un bar con su secretario, Danny McGreevy, destacado músico e impulsor del evento. Durante una hora hemos charlado y ha tenido la amabilidad de responder a todas mis preguntas. Al final, me he despedido afirmando que, desde hoy, puede contar en España con un Amigo del Festival de Rostrevor.
Todo empezó, en 1980 con un día de música celta, pasó ser de un fin de semana y en 2017 durará siete días. Un evento cultural con cerca de 200 actividades para los amantes de la música, clases maestras y un programa para facilitar las relaciones sociales de los asistentes.
Rostrevor, durante una semana recibirá miles de visitantes aficionados a la música así como, por su entorno y la segura buena acogida de sus habitantes. Los aficionados a la musica celta encontrarán que Rostrevor es un lugar especial para perderse y querer quedarse como me ha pasado después de escuchar a Danny McGreevy como participan y comparten los habitantes de un pueblo su festival anual.