La transmisión de gérmenes a través de las manos ha producido más infecciones de las deseadas siempre; una cuestión en la que se ha reparado más bien poco. Si bien ahora, es absolutamente normal lavarnos las manos constantemente con gel hidroalcohólico (desinfectante o antiséptico) debido a la COVID-19, estas recomendaciones higiénicas fueron descritas por Ignaz Semmelweis allá por 1867.
La flora residente que tenemos en la piel, corresponde a las bacterias que habitualmente conviven con nosotros cuya baja virulencia, hace que no tenga repercusión. Entre ellas, están las grampositivas, especialmente el Staphylococcus coagulada negativo, el Corynebacterium sp. y anaerobios como Porpionobacterium sp.
Esta flora, que no es infecciosa de por sí, puede ocasionar en algunas personas, infecciones estériles dependiendo de su sensibilidad y defensas y puede causar complicaciones derivadas de éstas una vez que han colonizado y contaminado al sujeto. La flora, por tanto, pasa ya a ser transitoria y sus microorganismos van desde las pseudomonas, serranía, klebsiella pneumoniae entre otras y ocasionan infecciones, eventos realmente adversos si hablamos de higiene.
En cuanto a los hongos, las manos pueden portar cándida y malassezia que de igual forma, pueden derivar en otras infecciones y comprometer al paciente portador y transmisor en este caso.
Actualmente gracias al uso del gel hidroalcohólico cuyas preparaciones hemos visto que son distintas, se han evitado muchas enfermedades cuya vía de transmisión era la falta de higiene en las manos.
Estos geles pueden tener entre el sesenta y el ochenta por ciento de alcohol, isopropanol o etanol; un emoliente como el glicol al uno o tres por ciento (para evitar la sequedad que produce el anterior y excipiente. Hay que resaltar que el gel debe utilizarse siempre con las manos secas dado que el agua disminuye su eficacia y tenemos que comprender que no evitará todas las bacterias; por ejemplo, la el norovirus (gastroenteritis) y las esporas (clostridium difficile) no son útiles.
En cuanto a otro tipo de presentaciones, encontramos las soluciones antisépticas a base de clorhexidina del cero con cinco al cuatro por ciento; yodopovidona en igual solución, entre otras. El problema del uso y abuso de estos geles es la cantidad con la que nos desinfectamos, si bien, cada día puede ser varias veces (sobre todo si estamos fuera del hogar) y esto, nos puede producir varias sensaciones incómodas en la piel.
Los dermatólogos han advertido de casos de dermatitis atópicas en niños, personas con sensibilidad alta y personas mayores, y recomiendan, si se puede, utilizar jabón neutro (tipo Lagarto) y agua, antes que cualquier otro gel, si bien, estos se pueden destinar cuando estamos fuera de casa.
La base alcohólica de los geles si no se atenúa con una crema hidratante por la noche, puede hacer que aparezcan eccemas en pieles blancas o sensibles. De la misma manera, existe reacciones de fotosensibilidad sobre todo en personas de tez blanca o pelirroja ante la presencia de aromas y esencias que presentan algunos productos.
El uso razonable de estos geles debe estar en torno a diez veces al día si bien el resto de las veces, se debe utilizar agua y jabón como siempre. En otros pacientes se ha desarrollado también la dermatitis en la zona de la cara entre la boca y la nariz por el aumento de la humedad vinculada al vapor de agua que se genera por la exhalación de aire durante varias horas cuando trabajamos o vamos caminando si llevamos mascarilla. Es significativo que no es suficiente con echarnos un poco y frotarnos; la forma, la cantidad y el tiempo, también son importantes tal y como muestra esta infografía que le podrá ayudar.
Los expertos recomiendan lavarse la cara un par de veces al día y evitar maquillaje, labiales y otros productos que eviten que la piel respire adecuadamente.
Respecto a las características técnicas de los geles que han proliferado en el mercado español, se aconseja utilizar aquellos que añaden la palabra VIRUCIDA a la descripción del producto. Es importante q éste no contenga triclosán ni parabenos que son colorantes que dan alergia a las pieles sensibles.
De igual forma, es conveniente que en la etiqueta se reflejen los datos de fabricación y la garantía de calidad del mismo, como consta en la siguiente leyenda: Este producto se fabrica en un laboratorio de acuerdo con los requisitos de GMP ISO 22716, ISO 9001 e ISO 14001, lo que garantiza su calidad extraordinaria y efecto adecuado y eficaz.