Cuatro policías de la jefatura de Génova (Italia) van a tener que responder ante el juez, el próximo 20 de octubre de 2020, como acusados de la paliza que sufrió el 23 de mayo de 2019 el periodista Stefano Origone, del diario La Repubblica, durante los enfrentamientos que tuvieron lugar aquel día en la Piazza Corvetto de Génova entre antifascistas y policías con motivo de la celebración de un mitin de Casapound, un movimiento político de extrema derecha surgido en 2010 a partir del asentamiento okupa de un edificio estatal en el barrio romano de Esquilino.
En el juicio se han constituido como parte civil tanto el periodista agredido como el sindicato de periodistas Federazione Nazionale della Stampa Italiana (FNSI).
Stefano Origone estaba asistiendo a la detención de un manifestante cuando los policías le pegaron, con patadas y golpes de porra a pesar de haberse identificado como periodista, causándole lesiones graves que dieron lugar a dos intervenciones quirúrgicas en la mano izquierda y una en la derecha, y a una baja laboral de ocho meses en los que no consiguió recuperar totalmente la funcionalidad de las manos.
«Grité que era un periodista –explicó Origone en las páginas del diario La Repubblica- pero no se paraban. Por suerte, al final apareció un subcomisario al que conozco personalmente, que los paró y me puso a salvo. Parecía que no iban a terminar nunca. Todavía me cuesta respirar y tengo marcas de porra en toda la parte izquierda de mi cuerpo».