Juguetes conectados a Internet, Ninjago, peonzas Beyblade, muñecos Ksi-merito entre otros pueden comprometer la seguridad y privacidad del menor de edad cuando esté jugando y otros le puedan estar manipulando.
Según el Centro de seguridad en Internet de España, todas las prestaciones que ofrecen estos juguetes se convierten en riesgos y traspasan lo que se conoce como Internet Seguro para Niños (IS4K por sus siglas en inglés), que está ejecutado a través del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE).
La privacidad según apuntan los expertos se ha convertido en un verdadero problema al que se enfrentan los menores porque los juguetes están conectados y los sensores y los softwares de los mismos recopilan sus datos como parte del juego. El niño responde a lo que se le pregunta y los padres tienen poco o ningún control sobre ello porque ni siquiera saben cómo se almacenan dichos datos. Gustos, horarios, localización, imágenes de casa grabadas, información de los padres, etcétera son un riesgo importante no solo para su seguridad y privacidad sino para su desarrollo socioemocional dado que todo está condicionado y este se siente a largo plazo manipulado.
Los llamados gadgets infantiles se enfrentan de igual forma a la protección y gestión de datos según ha informado la Comisión Europea para la protección y seguridad de los ciudadanos, con la salvedad de que estos son menores. Las tecnologías emergentes que ahora invaden los juegos e incluso los juguetes, han comprobado cómo se almacenan y comparten datos de los niños sin que ellos sean conscientes de haberlo realizado con algún botón que se ha activado.
Llamadas de emergencia, cámara de fotos y vídeo, chat de voz, monitores remotos, entre otras cosas, pueden estar siendo ejecutados en un reloj infantil inteligente. Esto que aparentemente parece baladí, puede hacer que se conozca a través de la aplicación que su hijo utilice dónde está e incluso, pueden sacarle fotos en remoto. Esta función que está activada por los padres para saber qué hace su hijo puede que esté compartida y que los datos sean utilizados por terceros.
Como no todo es negativo, hay que tener en cuenta que los juguetes conectados fomentan un juego importante y un aprendizaje que puede llegar a ser bueno si se tiene control sobre lo que se está haciendo ya que entre las bondades que presentan, aumentan la interacción social y la empatía, y que sea interactivo puede ayudar a muchos niños a salir de su aislamiento en el caso de ser hijos únicos.
Para ello, el centro de seguridad de Internet ha establecido una guía para ayudar a los padres a elegir el juguete correcto y seguro para sus hijos que podrán consultar siempre que deseen conocer quiénes se pueden conectar a Internet desde otro dispositivo, cómo se pueden asegurar las conexiones, el control parental entre otras funciones.