Guatemala: Violencia cotidiana

Ileana Alamilla[1]

Guatemala no hay modo que salga de escenarios violentos. Análisis publicados este año reportan que Guatemala está posicionada como una de las ciudades más peligrosas a nivel mundial, la décimo segunda más insegura, de un total de 50, con una tasa de 67 homicidios por cada cien mil habitantes, para ser más precisos.

De acuerdo con el estudio elaborado por la organización Seguridad, Paz y Justicia, a escala nacional se registraron dos mil 63 homicidios durante el 2012, pero aclara que esto es un estimado del total a nivel nacional, ya que ninguna fuente oficial envió a la entidad los datos registrados en la capital.

El propósito del ranquin no es únicamente académico, sino contribuir al reclamo que diferentes pueblos del mundo realizan a sus gobernantes para que cumplan con su obligación de proteger los derechos a la vida, la propiedad y la libertad.

Pese a que los asesinatos han disminuido en Guatemala, tanto en la capital como a nivel nacional, la violencia se incrementó en los últimos meses, sobre todo durante enero del 2013, período en el que se registraron 550 muertes violentas. Datos del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM) señalan que en la ciudad capital ocurrieron 124 homicidios durante enero del 2013 y desde octubre del pasado año la violencia aumentó en todo el país.

Las primeras 11 ciudades más peligrosas son, en su orden: San Pedro Sula, Acapulco, Caracas, Tegucigalpa, Torreón, Maceió, en Brasil; Cali, Nuevo Laredo, Barquisimeto, en Venezuela; Joao Pessoa y Manaus, en Brasil, y, luego, nosotros.

Uno de los casos notables de reducción de violencia fue en El Salvador, tanto en la capital como en el país en general, la razón se atribuye a la tregua entre pandillas rivales, que cuenta con el auspicio del Estado. San Salvador pasó de tener una tasa de 59 homicidios por cada cien mil habitantes en el 2011 a 32 en el 2012. Estados Unidos le ha apostado a este país, tanto en temas de millonarias sumas de dólares para contribuir con el desarrollo, como para prevención de violencia. En tiempos de la guerra, dicho país, según las fuerzas insurgentes de entonces, aportaba US$1 millón diarios para el combate de la guerrilla, hoy convertida en partido político y haciendo gobierno en ese país centroamericano.

El GAM considera que la seguridad debe ser tarea de todos y el Estado debe convertirse en el rector de la coordinación, en la que debieran estar involucrados la iniciativa privada, iglesias, organizaciones sociales, jóvenes y comités de vecinos.

Además de la situación de inseguridad referida, tenemos más de mil 300 conflictos agrarios a nivel nacional y diversos problemas socioambientales derivados de la inconformidad de muchos sectores sociales con la minería, a la que han “acuachado” el rechazo a las hidroeléctricas, sin que el Estado tenga la capacidad de adoptar mecanismos democráticos y efectivos para encontrar soluciones sostenibles. En este contexto de conflictividad se producen las distintas reacciones por la sentencia en contra del exjefe de Estado de facto. Y todavía falta por explotar la bomba de la desigualdad. Veremos que sigue.

  1. Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.

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