Guerrero, cuna de rebeldes

Con la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, los ojos del mundo se vuelcan en la zona del terror y el paraíso: el Estado de Guerrero

ayotzinapa-normal-rural-escudo Guerrero, cuna de rebeldes

Yolisbeth Ruiz García

Este territorio, situado en el sur del país, es uno de los más ricos de México, en recursos naturales. Sin embargo, también ha sido escenario de grandes episodios históricos y otros muy dolorosos. Desde la Independencia de México hasta nuestros días, ha sido víctima de revueltas, guerras, matanzas, protestas e injusticias nacidas desde la pobreza y la desigualdad.

Desde la época de la colonia, el puerto de Acapulco ha sido uno de los lugares estratégicos para entrada y salida de mercancías, para el contacto con otras culturas y, por supuesto para el desarrollo económico para la región.

Paradójicamente, el Estado de Guerrero también es el más pobre. La desigualdad económica, la marginación en la que viven las comunidades rurales y la falta de visión política que han tenido los gobiernos, han hecho de esta región un foco de alerta social.

Tal ha sido la codicia por el control de esta zona, que desde hace siglos, ha llevado a la población a mantenerse siempre en estado de alerta comunitaria, ya que grupos delincuentes han encontrado en su serranía el perfecto refugio para sus fechorías. Pero también está ocupada por comunidades que viven la peor de las miserias.

Revolucionarios

En la Guerra de Revolución, los guerrerenses se unieron a las tropas del General Emiliano Zapata. Ellos, los revolucionarios del sur, reclamaron “tierra y libertad” y con el aparente triunfo de la Reforma Agraria, los antiguos luchadores sociales recibieron algunos terrenos comunitarios y ejidos que aprovecharían para su manutención. Este beneficio conseguido con esa lucha, a la larga no lo fue tanto, por las bajísimas ganancias que generan los productos del campo.

ayotzinapa-estudiantes-normalistas-sipaz Guerrero, cuna de rebeldesOtro de los “anhelos cumplidos” de aquellos antiguos revolucionarios fue el de dotar de una educación laica, gratuita y profesional para sus hijos. En 1922 quedó instituido el Sistema Nacional de Normal Rural, que tiene como objetivo llevar la educación a las comunidades más pobres y aisladas. Los estudiantes de estas escuelas son hijos de campesinos y gente de bajos recursos que se comprometen a llevar la alfabetización a los rincones más marginales del país.

También son seres humanos con un amplio sentido del amor a la tierra, a su comunidad y de arraigo a sus costumbres y tradiciones. Los normalistas rurales se forman como profesores de educación primaria, pero también son grandes conocedores de artes y oficios, de medicina, de agricultura y de ganadería. Un maestro rural es el puente intelectual entre el progreso de una comunidad y la tradición.

Las normales rurales son un punto de convergencia entre los distintos pueblos. La cultura cívica, los festivales y ceremonias, la economía, la convivencia y la solidaridad, no se pueden explicar sin la existencia de los estudiantes. Las cuadrillas de estudiantes salen a las tierras más aisladas y capacitan a los comuneros en temas de salud y agricultura, les enseñan oficios en los cuales pueden aprovechar los recursos de su región; por si fuera poco, enseñan a leer y escribir a los hijos de los campesinos (a los que en un futuro serán normalistas, seguramente).

Normal Rural de Ayotzinapa

El asesinato, desaparición y represión de los normalistas de Ayotzinapa no es asunto nuevo. En realidad, el sistema de normales rurales esparcidas por el país, han tenido estos lamentables episodios desde sus inicios.

Pero Ayotzinapa tiene una importancia estratégica para el gobierno y su cohesión social. La escuela ubicada en este poblado tiene en su haber un largo historial de movimientos sociales, ya que dentro de sus filas se formaron hombres como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez, quienes encabezaron importantes movimientos guerrilleros en los años setenta. Otro de los nombres que resaltan dentro de los licenciados de Ayotzinapa es el de Othon Salazar, dirigente de le los movimientos magisteriales de los cincuenta que dieran origen al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación SNTE (en sus orígenes estaba formado por miembros del Partido Comunista).

Desde esta perspectiva, ya no es tan difícil entender las razones por las cuales la Normal Superior de Ayotzinapa haya sufrido tantos actos represivos. El desencadenamiento de la violencia por narcotráfico, la pelea por la plaza entre los Beltrán Leyva y Guerreros Unidos, entre otros grupos delictivos, coloca a la comunidad estudiantil como pieza clave para el dominio de la zona. Y por el otro lado, un gobierno corrupto que ve a los estudiantes como una amenaza por su postura crítica y por su aceptación y apoyo dentro de la comunidad.

Sin duda, la organización de los estudiantes, por mínima que sea, representará una “piedra en el zapato” para gobiernos y delincuentes que quieren tomar a Guerrero como rehén de sus intereses. Federados para denunciar

Estas escuelas son consientes de que la unión hace la fuerza y han creado una organización que las representa a todas. Se trata de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), una asociación que ha denunciado desde hace décadas, que el gobierno quiere acabar con el sistema de la Escuela Normal Rural.

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Manifestación en Chiapas de apoya a las normales rurales

La Federación quedó instituida desde 1935 y sus miembros se comprometen a instruir al pueblo; esto es, a alfabetizar a niños, adolescentes, adultos y ancianos de todas las comunidades marginadas. Además, deben contar con conocimientos de producción agrícola y ganadera, pues la capacitación que llevan ellos ayudaría a mejorar las condiciones de los pobres de la región. El trabajo es la fuente de emancipación y de dignidad que aportaría la independencia, de por sí necesaria, a cada comunidad.

El maestro rural es el pilar del progreso en esta marginación, es el que soluciona los problemas estratégicos y el único servidor público presente en su miseria. Un maestro rural llega a una comunidad en donde no hay corriente eléctrica, no hay agua potable, a veces, ni disponen de aulas y pupitres. Allí es donde esta comunidad de normalistas ofrece sus servicios.

La FECSM cuenta con una sede en cada Escuela Normal Rural. La de Ayotzinapa es una de las más prestigiadas y más activas. Justo el día de los lamentables acontecimientos del 26 y 27 de septiembre, esta asociación hacía labor de boteo en Iguala. Y estos mismos son los que hicieron el reporte del ataque y desaparición de sus compañeros. Las “fuerzas del orden” solo los agreden, Y en este caso, para más inri, los pusieron en manos de un grupo criminal.

Lo más espantoso fue que el alcalde dio la orden, y el jefe de policía quien la ejecutó. Queda claro que es mejor que los normalistas y su comunidad se cuiden entre ellos. Los servidores públicos y los asesinos viajan en el mismo autobús.

editor
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3 COMENTARIOS

  1. Gracias a esta gran periodista Yolisbeth tenemos información de los acontecimientos y noticias más importantes en México. Aquí en España los noticieros no dicen nada y si alguno dice algo es deprisa y corriendo y sin mayor información, pero si fuese esto mismo en Venezuela o Cuba la que se monta, y todo se diría con pelos y señales y para varios días. Esto es para pensarlo detenidamente .. GRACIAS

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