Los libros: fiestas, mercancía y desnaturalización
Javier López Madrid, yerno de un connotado franquista, Juan Miguel Villar Mir, quien gracias a su poder económico -amparado en el político- en la gran banca, o empresas como OHL, continúa la saga que los acerca, ayer y hoy, con la corrupción económica, aparece como uno de los grandes amigos de los nuevos monarcas. Ya en su anterior enjuiciamiento, Letizia, la reina, le mandó para apoyarle un mensaje tan cursi como deleznable.
A la historia del Rey emérito en otros controvertidos asuntos, se une la del marido de una de las infantas.
El poder del dinero une a los aristócratas, refugiados en sus cavernas palacios, en las que los políticos, los banqueros y oligarcas, «reinan» sobre el pueblo tantas veces ciego, que habita en su caverna particular, más inmensa y bombardeada por los medios de comunicación que les muestran su «grandeza», sus lujosas vidas, sus poderosas herencias que se arrastran de una generación a otra y amplían sus posesiones y fuerza económica que no parece tener fecha de caducidad.
En estos días, que el ayer tampoco se ha olvidado, se festeja igualmente a uno de los más connotados fascistas del pasado franquista, Utrera Molina, con el traslado de sus restos mortales a un suntuoso mausoleo en Melilla, a los sones del Cara al Sol y llevando otro connotado personaje -que también alternó con los bebedores de agua madrileña que nos ocupan y ocupó el poder al lado de tan ilustres personajes como los que hoy entran y salen de juzgados y cárceles, Alberto Ruiz Gallardón, yerno suyo- con otros militares, su ataúd a hombros, para mostrarnos que ni el pasado ha muerto ni está el ayer escrito.
También se ha honrado a otro «ilustre» general del Ejército por algunos militares, sin duda un «terrorista» -es la opción que se da a quien se alza en armas contra el poder institucional-. Pero en este caso, el general Sanjurjo nunca fue considerado terrorista, sino general del glorioso ejército que terminaría comandando Franco.
En la caverna, los allí encerrados, miran para otro lado, hablan de fútbol, semanas santas, cotilleos sobre los famosos, aceptando que las leyes son intocables y monarquía, aristocracia, poder económico, ejército, iglesia, deben ser respetados y no atacados.
Nos conformamos leyendo a Platón, que nos dice:
¿Crees que han visto de si mismos, o unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego, en la parte de la caverna que tienen frente a sí? ¿Y que los prisioneros no tendrán por real otra cosa que las sombras de los objetos artificiales transportados?
Examina ahora el caso de una liberación de las cadenas, de una curación de su ignorancia, que pasaría si naturalmente les ocurriera esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando la luz, y al hr esto, sufriera y a causa del encarcelamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes.
(…
Y si se forzase a mirar hacia la luz misma no le dolerían los ojos y trataría de eludirlo, volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente más claras que las que se muestran.
Sombras proyectadas por el fuego en la caverna: imágenes de la televisión, fotografías, textos de revistas o de nuevos medios de comunicación que guían a los «ciegos» por todas partes.
La luz: la razón
Recuperar la razón, la libertad, la diferencia. Rechazar el espectáculo cotidiano que a través de los medios, los mensajes, y la publicidad, les aliena. Revolverse contra los símbolos y realidades consagrados por la Ley: religiones, monarquías, leyes económicas, justicia. Perder el miedo, que es la sumisión. Pensar, luchar…
Prisioneros: el pueblo español víctima de las tradiciones y el capitalismo imperialista que domina el mundo. Ciego a la hora de votar, en buena medida. Recluido en su caverna propiedad del Estado, consumiendo el falso espectáculo de las palabras mends y las imágenes engañosas, fuegos artificiales de la sociedad virtual que maneja además el nuevo Dios de la publicidad
¿Curarse de la ignorancia? ¡Dónde encontrarían los pensadores, políticos, que desprecien el lenguaje del que todos parecen provenir y recuperen las justas y precisas palabras, no correctas, que les saquen de las sombras y les guíen a la luz de las transformaciones políticas y sociales?
Porque en ella encontrarían la libertad, el pensamiento crítico, la rebelión contra la sumisión y la esclavitud. Mas el sistema represivo y la alienación inteligentemente manipulada, las leyes y las costumbres, nunca descansan. Y con eso se mantiene la caverna. Y en ella habitan gran parte de los ciudadanos.
Los libros: fiestas, mercancía y desnaturalización
Aniversarios, fiestas, celebraciones. La desnaturalización de la literatura. Multitudes comprando lo que suena, se publicita. Y cientos de escritores sometiéndose a las leyes del mercado. Mas no necesitamos palabras propias. Los ríos auténticos de la literatura carecen de pasado o presente. Su caudal no tiene fecha de prescripción. Se desarrollan y nos alimentan con los que supieron encauzar el pensamiento y la belleza a través de auténticas palabras y rigurosas creaciones.
Leamos.
Schopenhauer
Los libros malos son un veneno espiritual que destruye el espíritu. Y porque la mayoría de las personas en lugar de leer lo mejor que se ha producido en las diferentes épocas se reduce a leer las últimas novedades, los escritores se reducen al círculo estrecho de las ideas en circulación, y el público se hunde cada vez más profundamente en su propio fango.
Gao Xingjan
Si el juicio estético del escritor debiera seguir las tendencias del mercado, ello equivaldría al suicidio de la literatura.
Robert Walser
Los jóvenes que sin saber nada, desde la ignorancia de la juventud ya son recompensados con premios importantes, nunca llegarán a saber nada, escribirán siempre las mismas historias estúpidas, lo que de ellos se demanda, hasta que un día sean suplantados por otros, olvidados, sin vivir ni un solo minuto de su existencia.
(…
Y si yo me estrellase y perdiese, ¿qué se rompería y perdería? Un cero. Yo, individuo aislado, no soy más que un cero a la izquierda. Y ahora al traste con la pluma. ¡Al traste con las ideas! Me voy al desierto. Quiero ver si en medio del páramo es también posible vivir, respirar, ser, desear, y hr sinceramente el bien, y dormir por la noche y soñar.