La actriz Silvia Munt ha dirigido La granja del paso, un documental sobre las asambleas que celebra en este lugar (una antigua fábrica abandonada en el municipio de Sabadell) la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Sus protagonistas reales son gente de toda condición social, raza y religión con el denominador común de haber perdido sus casas.
Ayudada por Raquel Cors y Daniel Lacasa en el guión, Silvia Munt elaboró este documental centrado en las historias humanas que allí se ventilan después de convivir con ellos durante un año. Sólo así, mediante este acercamiento empático del que consigue hacer partícipe al espectador, ha logrado superar la frialdad de las cifras que no pueden explicar ni remotamente el sufrimiento que están soportando las personas que se encuentran en esta situación y, lo que es aún mas importante, la transformación personal que en muchos casos experimentan. El que llega allí, ya nunca más estará solo, todos están con él para apoyarlo «y para lo que haga falta», repiten con fervor ante el problema ajeno, cuando ellos están igual o peor.
Allí cada uno habla por turno, las asambleas están bien organizadas, no hay peligro de perderse en recovecos ni retóricas vanas, todos están con el agua al cuello al empezar a hablar pero se relajan a medida que lo consiguen y poco a poco, con palabras sencillas y contundentes, van precisando el pensamiento hasta concretar muy bien el proceso de lo que les pasa.
Algunos, asombrados e incrédulos ante lo que han recibido aquí, no desearían volver a la situación que tenían antes de perder su casa, cuando eran gente acomodada y vivían muy bien. Eran más egoístas y aislados del resto, no sabían por lo que estaban pasando los demás ni les importaba. No imaginaban la gente espléndida que se iban a encontrar en esta bajada a los infiernos: un carpintero gratis «y de los buenos», un pintor gratis, la mudanza gratis… ¿Pero cuándo voy a pagar yo todo esto si no tengo nada? -Ya nos lo pagarás cuando salgas de ésta, le contestan en el colmo de la alegría.
Y en efecto, parece que la cámara se ha enamorado de todos ellos, qué luz y qué energía desprenden en medio de esa situación desesperada. Qué fuerza en la mirada les da esa solidaridad franciscana de unos con otros.
Para ser un documental sobre algo tan conocido como es una ejecución hipotecaria «que no te cuenta nada nuevo, que esto yo ya me lo sé», te tiene en suspenso y con la atención encendida de principio a fin.
Silvia Munt, quien ya hace diez años realizó otro documental titulado Gala, ha hecho con «La granja del paso» un trabajo sorprendente y veraz que, por encima de todo, resulta emocionante sobre un tema de sobra conocido por todos: las hipotecas, las deudas sobrevenidas y los desahucios en que muchos han caído por el afán y la ilusión de tener un techo seguro sobre sus cabezas y unas paredes para contener dentro a su familia y su intimidad. Eso que siempre nos ha parecido tan legítimo y justo, «nos han educado así», es algo compartido por todos los presentes, españoles o no, aunque a todos les ha acarreado amargas lágrimas.
Todo era negro como la noche hasta que llegaron aquí, a esta Granja del Paso. Todos tiene cabida en ella y a todos se atiende. Poco a poco empieza a abrirse paso el hilo del que hay que tirar y se abre el camino hacia la solución.
Supongo que se rodaron horas y que Silvia Munt cortó lo que sobraba, o era repetitivo, o suponía un paso atrás; supongo que hay un guión férreo para lograr esta maravilla de claridad expositiva, orden y concierto. Sólo sé que cada palabra, cada frase va marcando inexorablemente el camino, el único posible a seguir, y que las intervenciones van trazando la historia de todos y la de cada uno, sin que sobre ni falte nada. Y ahí está ese grito desgarrado que lanzan cada vez que alguien duda y que dice: «A ti no te van a escuchar, pero a todos sí.» Y así es, y los escuchan los bancos. Van todos para allá y los bancos escuchan.
La granja del paso es un documental de 2015 y dura 80 minutos.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) es una asociación que surgió en febrero de 2009 en Barcelona y agrupa a todos aquellos con dificultades para pagar la hipoteca de sus viviendas. Este movimiento social se encarga de ayudar a los afectados otorgándoles asesoramiento, oponiendo resistencia a los bancos a través de acciones de desobediencia civil, informando a la población de la situación de estas personas, etc. Con ello, el objetivo principal es evitar que se produzcan desahucios. Según su página web, la PAH ha logrado frenar un total de 1135 desahucios, y ha realojado a 1180 personas gracias a su Obra Social.