La agencia sanitaria de la ONU alerta sobre un aumento muy preocupante de los fallecimientos en la mayoría de las regiones del mundo desde la aparición de la variante Omicron, y llama a usar todas las herramientas disponibles, no sólo las vacunas, para combatir el virus.
El número de nuevos casos notificados a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las últimas semanas, de 22 millones solo en los últimos siete días, según la doctora Maria Van Kerkhove, del Programa de Emergencias de la OMS, supera a la totalidad de los declarados durante 2020.
El director general de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha manifestado su inquietud ante la creencia instaurada en algunos países de que, gracias a las vacunas y a la alta transmisibilidad, pero menor gravedad de ómicron, «ya no es posible ni necesario prevenir la transmisión» de la enfermedad.
«Nada más lejos de la realidad», ha dicho, añadiendo que «más transmisión significa más muertes. No estamos pidiendo que ningún país vuelva a los llamados confinamientos, pero sí pedimos a todos los países que protejan a su población utilizando todas las herramientas disponibles, no sólo las vacunas».
Tedros ha advertido de que todavía es prematuro que cualquier país adopte posiciones de rendición o de victoria, ya que el virus continúa siendo peligroso y sigue «evolucionando ante nuestros ojos».
«La OMS está rastreando actualmente cuatro sublinajes de la variante de preocupación ómicron. Este virus seguirá evolucionando, por lo que pedimos a los países que continúen realizando pruebas, vigilancia y secuenciación. No podemos luchar contra este virus si no sabemos lo que está haciendo», concluye.