El pasado día 21 de junio, el cortometraje de Amnistía Internacional México «No más ataques a periodistas» recibió el premio al “Young Director Awards” en el festival de Cannes, que reconoce cada año las principales producciones del ámbito de la publicidad. Con este premio, Tino de la Huerta, director del corto, se ha convertido en el primer mexicano que ha recibido este premio.
El corto “No más ataques a periodistas”, que fue lanzado el 25 de abril de 2012, formó parte de la campaña “Informar no debe costar la vida”, cuyo objetivo era impulsar la aprobación de la Ley de Protección a Periodistas y Personas Defensoras de Derechos Humanos.
El Young Director Award es considerado como el evento complementario más importante a la entrega de los premios de la industria publicitaria los “Leones de Cannes”. Cada año participan en este premio más de 400 producciones y asisten a la entrega más de 900 personas de la industria de la publicidad.
Tras recibir el reconocimiento, Tino de la Huerta afirmó que “La dedicatoria fundamental es para quienes fueron la motivación de esta historia para escribir esta historia: Las y los periodistas asesinados y sus familias. Esto es para ellos, esto es para México”.
Mediante la campaña “Informar no debe costar la vida” se logró recolectar cerca de 20.000 firmas que exigían a las autoridades la aprobación de la ley, que finalmente entró en vigor a finales de junio de 2012.
Informar es peligroso
Debido a la alarmante situación a la que, desde hace años, se enfrentan los periodistas y los defensores de los derechos humanos en México, Amnistía Internacional, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, emprendió en su momento una campaña para lograr la aprobación de una Ley que estableciera un Mecanismo de Protección para ambos grupos.
Tras la aprobación de la ley por las Cámaras, fue firmada por el presidente de la República el 22 de junio de 2012 y entró en vigor el 25 de junio del mismo año. Desde entonces, Amnistía Internacional y otras organizaciones han trabajado intensamente para lograr la plena efectividad de este mecanismo, y eliminar los obstáculos que impiden proporcionar medidas de protección adecuadas tanto a los informadores como a los trabajadores de los DDHH.
Además, Amnistía también ha recordado a las autoridades que no sólo son necesarias medidas de protección, sino que además se requiere investigar las amenazas y agresiones a periodistas y medios de comunicación, pues mientras no se rompa el círculo de la impunidad, no será posible garantizar el libre ejercicio de la libertad de expresión e información en México.
La violencia que sufre la prensa en este país está llegando ya a límites más que preocupantes. El pasado mes de marzo la situación fue extremadamente grave. El grupo de periódicos El Zócalo, de Saltillo, en el Estado de Coahuila, decidió no publicar información alguna relacionada con el crimen organizado con el fin de no poner en peligro a sus trabajadores (más de mil) y a los familiares de éstos. Este medio ya ha tenido que lamentar la muerte de uno de sus periodistas y el secuestro de otro.
Esto sucedía pocos días después de que fuera asesinado en Ojinaga, Chihuahua, Jaime González Domínguez, reportero y editor del diario local Ojinaga Noticias, quien recibió al menos 18 impactos de bala. Por las mismas fechas, El Diario y el Canal 44 de TV de Juárez, y El Siglo de Torreón fueron víctimas de una serie de ataques a sus instalaciones y al personal, e incluso a los policías que vigilaban sus instalaciones.
Hace unos días, la periodista Ana Lilia Pérez contaba a los medios alemanes el infierno que vivió en México por las continuas amenazas de muerte que recibía, lo que determinó su salida del país. Esta mujer, de 36 años, vive desde hace un año en Hamburgo, donde fue acogida por la Fundación de Perseguidos Políticos ante el peligro que afrontaba en su país tras denunciar los vínculos entre el crimen organizado y las más altas esferas del poder empresarial y político.
Digan lo que digan las autoridades mexicanas, ser periodista aquí, si cuentas la verdad de lo que pasa, es un gran riesgo. Por ello, el galardón que ha recibido Tino de la Huerta puede considerarse como un homenaje a los profesionales que, día a día, cuentan lo que sucede, aun poniendo en riesgo su vida.
Enlaces:
Periodismo en México: hablar sin riesgo
Solidaridad con mujeres de Ciudad Juárez