Lilting: el duelo nupcial

¿Cómo hacer comprender a una madre que el hijo que ha perdido no era sólo suyo, que no le pertenecía sólo a ella? Para colmo, ese hijo era hijo único, no hay más. Pero resulta que sí, que había más, y que este otro hijo que aparece a la muerte del suyo y que tanto la quiere y tanto se preocupa por ella, tiene todo el derecho a serlo por completo. Por vocación y por ley.

Lilting Lilting: el duelo nupcialHay aquí un choque de culturas, de sensibilidades y algo más que habla del amor entre personas del mismo sexo, y éste es el ingrediente más importante en un argumento que entronca, ampliándolas, con otras películas que hablan de choques culturales: Una mujer china de mediana edad vive en una residencia de Londres.

Allí la visita su hijo antes de morir en un accidente. Un chico, que era la pareja del joven se acerca a ella para no abandonarla durante su duelo. El accidente ocurrió justamente el día en que ambos iban a ser presentados. Pero las barreras entre ellos parecen insalvables, tanto como en vida del hijo, motivo por el cual se posponía siempre la presentación (no hablan el mismo idioma, y además la madre no sabe que su hijo era homosexual). Sólo les une lo que acaban de perder y el dolor por la pérdida. ¿Podrán realizar el duelo juntos?

La reacción de la madre es modélica y no necesariamente se debe al hecho de ser china y emigrante: Nadie me va a poder decir que mi hijo le pertenece ni que lo ama tanto como yo, primero muerta que sencilla.

Por eso Lilting (Reino Unido 2014) es una meditación silenciosa sobre el amor y el duelo, algo que se plantea abusando tal vez de las imágenes estáticas. Ello hace que aparentemente la película carezca de ritmo, aunque lo tiene, pero interno, con lo cual parece que no avanza la acción, sí la evolución de los afectos.

En apenas 91 min. enseña cómo asumir el duelo por parte de sos personas que sin saberlo, sin haber sido presentados antes, descubren que amaban la misma persona. El joven protagonista de El perfume tiene aquí en Lilting un papel de gran sensibilidad y como en El perfume, de gran olfato. Es el personaje abnegado, siempre en la sombra, tanto en vida de su amante como después en la muerte, y ha de ayudar a que dos generaciones se entiendan aunque sea postmorten.

El drama que se plantea en Lilting y que ha dirigido Hong Khaou, está lleno de secretos y parece una obra de teatro montada y desmontada a la vista del espectador con dos únicos escenarios: la residencia de ancianos y el apartamento de los jóvenes. La cocina tiene gran importancia aunque en algunos momentos la cara de Ben Whishaw con su privilegiada nariz parezca una alquitara pensativa: cocinar y llorar

Porque resulta que aquí hay una especie de racismo a la inversa» (los franceses tienen esto muy bien estudiado» y el reacio es el que viene de fuera. La madre es china y a mucha honra, y aunque estuvo casada con un camboyano medio francés (el padre del chico), ella tiene una cultura y unos principios inamovibles ¡y sobre todo una cocina!, algo que su hijo nunca la dejó poner en práctica en Londres y que sólo ahora ve por qué.

  • Premios
    2014: Premios BAFTA: Nominada a Mejor debut escritor, director o productor británico
  • 2014: Festival de Sundance: Mejor fotografía (World Cinema)
Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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