La listeriosis, conocida por ser una infección por una bacteria llamada listeria monocyogenes, está produciendo últimamente diversos casos que deben abordarse en hospitales dadas las complicaciones que manifiesta el paciente afectado.
Esta situación epidemiológica se ha visto incrementada en los últimos años en España según el estudio publicado en Eurosurveillance. La zoonosis causada por esta bacteria se distribuye en el medio ambiente y puede ser la causante de la contaminación de frutas y verduras, carnes de vaca, cerdo, aves, embutidos ahumados, embutidos fermentados o pescados ahumados además de quesos o algunas bebidas. Esta bacteria puede estar aislada en el suelo, agua, vegetales y contenido fecal de una amplia gama de animales y por ello es altamente contaminante.
Es capaz de producir biofilm en alimentos dado que crece a temperaturas de refrigeración, resiste condiciones adversas de ph y altas concentraciones de NaCl.
Esta enfermedad que en la actualidad no es conocida según los datos de la Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria (EFSA) podría ser una enfermedad emergente en Europa y podría estar infradiagnosticada dado que no se dan a conocer los casos ni los ingresos por la misma.
Dadas estas características y el hecho de ser ubicua, L. monocytogenes tiene muchas oportunidades de entrar a las líneas de producción de alimentos y colonizar -en 1 a 10% causa portación transitoria- o enfermar a quienes los ingieren. Ha sido aislada en laboratorios clínicos, principalmente de muestras de LCR, liquido amniótico, y tejidos materno/fetales y en España se han encontrado casos que se relacionan sobre todo con el uso de cotrimoxazol para la prevención de esta infección oportunista.
Los síntomas que producen en el paciente afectado tienen que ver con una gastroenteritis inicialmente pero pueden originar una septicemia o una meningitis si no se aborda la infección.
En cuanto a grupos de edad, las personas con una media de 65 años son las más afectadas así como mujeres jóvenes embarazadas o niños recién nacidos. La Listeria monocytogenes (LM) continúa siendo una rara infección oportunista en enfermos inmunodeprimidos.
Las características clinicoepidemiológicas y terapéuticas de 10 casos de infección por LM, siendo estas 4 bacteriemias primarias, 3 meningitis, 2 peritonitis bacterianas espontáneas y 1 absceso abdominal. Todos ellos tenían factores predisponentes y las formas de presentación más frecuentes fueron el cuadro séptico y la meningoencefalitis. El antibiótico más utilizado para tratar la listeriosis es la ampicilina aunque hay que dar constancia de las cifras de mortalidad global que es de un 40% a pesar del tratamiento que no siempre es efectivo.
