Comenzamos el día con empeño, con serenidad, con las ideas claras. Estamos tranquilos. Sabemos qué queremos hacer. El cómo lo iremos viendo sin prisa, compartiendo la bondad con los demás.
Expandiremos las ilusiones con unas declaraciones de tareas que nos conformarán en función de un proceso útil, cuando las vayamos asumiendo. No pararemos. Las negaciones no se aplicarán. Recordemos que todo es posible, si el fin es loable.
Nos engancharemos al destino que funciona. No malgastaremos energías. Sumaremos. Nos aclararemos con el paso de los estadios. Sacaremos provecho a cada actividad e iniciativa.
Pondremos todo el afán en que las cosas tengan su efecto. No apagaremos las luces antes de tiempo. Todo irá con mesura y en equilibrio.
Nos expondremos. La vida es para gastarla. No abonaremos por los trances que nos venden de manera inexplicable. Todo está estupendamente: lo que merece ser corregido se cambiará. Busquemos la proporción con suavidad. Lo aguardado llegará.