La ciudad de Madrid ha reinstalado de nuevo maceteros y bolardos antiatentados en la Puerta del Sol y en sus inmediaciones. Estos elementos impedirán la entrada de vehículos a las principales calles peatonales del centro de la ciudad, en donde se concentran cientos de personas. Supone una medida que blinda la ciudad ante posibles atentados con las mismas características que los sucedidos en Barcelona, Cambrils, Londres o Berlín.
La medida, adoptada en Navidad y también cuando existen otras concentraciones, pretende extremar la vigilancia, y se va a considerar de forma permanente, no solo en el centro, sino en las calles comerciales que estén concurridas por ser peatonales.
Asimismo se ha adoptado el nivel de alerta 4 antiterrorista, (del total de 5) que implica unas mayores medidas de seguridad tanto para los ciudadanos como para los agentes, quienes deberán uniformarse con el chaleco antibalas.
Se ha recordado que es importante que se sea visible en la calle para dar la sensación objetiva de seguridad.