Una cuestión de estado, ¡basta ya de marear la perdiz, aparentar, desamparar, no corregir y/o mirar para otro lado!
Para acabar con la barbarie del terrorismo machista y no contribuir a ser cómplices ni instituciones, políticos, gobiernos, ni cada persona el movimiento feminista ha convocado el 7 de noviembre en Madrid, “La Marcha Estatal Contra Las Violencias Machistas”.
El terrorismo machista es una forma extrema de la desigualdad de género enmarcada en una relación de pareja, a través de la cual el hombre se cree que tiene todos los derechos sobre la mujer, que puede hacer lo que quiera de ella instrumentalizándola, empezando por controlarla y someterla. Por supuesto al principio no lo hará abiertamente, su filosofía tiene que ver con la manipulación y por tanto el engaño, y cuanto más tiempo pase la mujer con “su secuestrador”, menos quedará de la persona que era antes de conocer al machomaltratador de turno.
Mucus, la inteligencia natural de un moco, lo explica: Por supuesto todo esto llega a ser posible, porque antes de relacionarse como pareja, han sido aleccionad@s por una machocultura heteropatriarcal, que asigna unos roles apropiados para cada sexo según su heteromachocriterio” y unos roles de relación entre sexos basados en la desigualdad, y que a fuerza de repetirse a lo largo de la vida, logran que se “normalicen”, y si no ya están instalados los machoprejuicios que harán el resto, mientras se van llevando por delante los derechos humanos de las mujeres y sus propias vidas.
De la machocultura Mucus esputa:
- A la machocultura de mercado, le interesa la mujer mirada y conocida por su físico y su reputación, no admirada y reconocida por su talento.
- Dicha culturO está dispuesta a aleccionar a las mujeres pero no a aprender de ellas.
- La visibilidad de la mujer está en función de su físico, de ahí que sus logros tengan machofecha de caducidad.
- El machopoder ha de ser vigilado, cuestionado, criticado… y cuanto más supuesto prestigio tenga el hombre de turno, más alerta hay que estar…
- Cualquier hombre, político o no, que se defina como firme defensor de la igualdad, en contra del machismo y la violencia de género, y mucho más si tiene fama y reconocimiento en esta machocultura, habrá de ser escudriñado, con 100 lupas; hay que tener presente que detrás de esa apariencia puede haber un impostor y más atrás un maltratador ¡Ni un paso atrás!
- Aquellos que se definan como firmes defensores de la igualdad, en contra del machismo y de la violencia de género, solo serán creídos si lo demuestran constantemente, pues constantemente el machismo afecta a las mujeres, a los hombres, homosexuales y transexuales.
- ¡BASTA YA!
- Constancia se llama la política de igualdad,
Certero y Experto el Estado
porque la machocultura
¡no es moco de pavo!