¿Me lo afirmas o me lo preguntas?

Las redes sociales son, sin duda, grandes aliadas de la comunicación social, habida cuenta de que en varios países, como en Venezuela, muchos medios impresos, tradicionales y de gran prestigio, han desparecido.

Es por eso y por otras razones, que hoy día muchas personas con inquietudes y con responsabilidades periodísticas las utilizan para expresarse y para cumplir con la tarea asignada, lo cual es un signo positivo, en virtud de que todos tenemos el derecho de expresarnos libremente. ¡Pero hay que cuidar la forma hacerlo, pues pudiera ser igualmente provechosa que dañina!

A falta de periódicos, se apela a Facebook, a Twitter, Instagran u otra vía por la que se pueda difundir información, bien sea de corte institucional o personal. Hay quienes de manera responsable publican textos en los que se verifica un buen manejo del lenguaje; pero hay casos en los que lamentablemente se perciben faltas de todo tipo, hasta de elemental ortografía, lo cual implica que esa bondad que brinda la tecnología actual, no ha sido aprovechada de la mejor manera.

A lo anterior se aúna el hecho de que por lo general, los responsables de los desaciertos son personas estudiadas, lo cual hace que las faltas sean más punibles. Es frecuente encontrar textos plagados de errores, en los que destacan las faltas de tildes, la omisión de la coma y de elementos tan importantes como los signos de interrogación y de exclamación. Es por eso que solo por adivinación, uno podrá saber si le están afirmando algo o por el contrario le están preguntando.

La coma es uno de signos más difíciles de manejar, dado que tiene muchos usos, amén de que cada autor esgrime sus argumentos para imponer su criterio. Sin embargo, hay dos casos que a mi entender, son los más fáciles de asimilar; pero paradójicamente son los que causan más dudas e impropiedades. A ello se suma la omisión de los signos de interrogación y de exclamación.

La coma del vocativo y la que sirve para separar y hacer pequeñas pausas, son quizás las que más son ignoradas, pese a ser las más sencillas de manejar. En las redes sociales abundan los escritos en los que hay frases difíciles de entender, dado que se ha omitido la coma, que es la que le da sentido a lo que se escribe.

El vocativo es aquella palabra o grupo de palabras que se usan para llamar la atención del interlocutor. Puede ir al principio de la frase: “Señores, la situación no está fácil”. En mitad del camino: “Quiero que sepas, estimado amigo, que estoy feliz de verte”. O al final: “Feliz aniversario de grado, colegas”.

En los ejemplos anteriores, “señores”, “estimado amigo” y “colegas” constituyen el vocativo. Si no se coloca la coma para separarlo del resto, habría frases monótonas y aun sin sentido, que podrían desvirtuar la intención original. Ejemplos como esos abundan en las redes sociales, de la autoría de personas que de manera profesional se dedican a la escritura, que es lo más preocupante.

En cuanto a la interrogación y la exclamación, la situación es algo similar, pues al parecer cada día aumentan los casos en los que no se usan o se usan de manera inadecuada estos importantes signos. Muchos ignoran que existe un signo de apertura (¿) y otro de cierre (?), así como para la exclamación, que deben colocarse obligatoriamente al comienzo y al final de la frase, consagrados por la Real Academia Española desde 1754.

La mayoría de los redactores no lo coloca al principio, quizás por desconocimiento o por imitación torpe y servil de otros idiomas, como el italiano, catalán, francés, portugués e inglés, en los que solo se usa el de cierre. Hay algunos “atrevidos” que los colocan doble al final, ya que a lo mejor imaginan que son un mero adorno para la prosa. Es prudente recalcar que después del signo de interrogación o de exclamación no se coloca punto.

A todas estas, es fundamental que los que usuarios del lenguaje se persuadan de la importancia de escribir con propiedad. Deben manejar con facilidad la coma y los signos de interrogación y de admiración, dado que solo así podrán distinguir entre una afirmación y una interrogación.

David Figueroa Díaz
David Figueroa Díaz (Araure, Venezuela, 1964) se inició en el periodismo de opinión a los 17 años de edad, y más tarde se convirtió en un estudioso del lenguaje oral y escrito. Mantuvo una publicación semanal por más de veinte años en el diario Última Hora de Acarigua-Araure, estado Portuguesa, y a partir de 2018 en El Impulso de Barquisimeto, dedicada al análisis y corrección de los errores más frecuentes en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Es licenciado en Comunicación Social (Cum Laude) por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo; docente universitario, director de Comunicación e Información de la Alcaldía del municipio Guanarito. Es corredactor del Manual de Estilo de los Periodistas de la Dirección de Medios Públicos del Gobierno de Portuguesa; facilitador de talleres de ortografía y redacción periodística para medios impresos y digitales; miembro del Colegio Nacional de Periodistas seccional Portuguesa (CNP) y de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio (Aloer).

1 COMENTARIO

  1. Hola David, tenía días que no sabia de ti. Saludos. Pienso que una causal de esas faltas puede ser que algunos programas (software) omiten tildes y la apertura de los signos de interrogación y de exclamación. Por supuesto que esto no excusa la omisión por cuenta propia.

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