El Celtic Park, el estadio del Celtic de Glasgow, exhibió en una de sus gradas banderas palestinas al inicio del partido de ida de la ronda previa de la Champions League que disputaba el miércoles 17 de agosto de 2016 contra el conjunto israelí del Hapoel Beer Sheva.
El Celtic se arriesga a ser de nuevo sancionado por mostrar banderas palestinas y es que la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) ha prohibido la exhibición de banderas de Palestina en los campos de fútbol.
Pero el club escocés siempre ha expresado su cercanía y simpatía por la cuestión de Palestina. Durante otro partido de la Champions League contra el KR Reikiavik de Islandia, en septiembre de 2014, pocos días antes del final del conflicto en la franja de Gaza, se habían exhibido banderas palestinas. Entonces recibió ya una multa de 16.000 libras (unos 18.600 euros) por considerar la bandera palestina un símbolo político. Ahora se arriesga incluso al cierre de una grada.
Otros equipos han sufrido la misma sanción, en concreto, el Dundalk FC irlandés y el también escocés Saint Johnstone. El portavoz de este último equipo mostró sus dudas acerca de la decisión de la UEFA.
Sin duda ha sido una de las imágenes más llamativas vistas en un estadio pero no hay que extrañarse conociendo la trayectoria del equipo escocés y de los promotores de la acción. Se trataba de una acción auspiciada por la ‘Green Brigade’, Brigada Verde, fundada en 2006 con un ideario de izquierdas y republicano. Ya había anunciado su acción por la red social Facebook y afirmó haber repartido unas mil banderas palestinas. Así, antes de iniciarse el juego en los alrededores del estadio ya eran visibles numerosos emblemas y pancartas en favor de la causa palestina.
Previamente, la embajada de Israel en Londres había informado que “los turistas y aficionados israelíes que vayan al partido recibirán una cálida bienvenida en Glasgow», advirtiendo también de no “entrar en incidentes“.
La Green Brigade desplegó una pancarta con la leyenda ‘la dignidad es más valiosa que la comida’ cuando cientos de palestinos estaban en huelga de hambre en las cárceles de Israel en 2012. También han realizado una labor de recaudación de fondos para ayudar a traer a jóvenes palestinos al Reino Unido para participar en torneos de fútbol y visitas culturales. Numerosos miembros del grupo también han visitado Cisjordania.
El Celtic fue fundado en 1887 por religiosos irlandeses y por eso la gran mayoría de sus seguidores son descendientes de inmigrantes y católicos y es habitual ver la bandera irlandesa en su estadio. Es el único club escocés en ganar una Copa de Europa en 1967 y su afición se extiende por los cinco continentes, no en vano, en la red social Facebook cuenta con más de un millón y medio de seguidores.
El Hapoel Beer Sheva fue fundado en 1949, es el actual campeón de Israel aunque había ganado este título dos veces más, en 1974 y 1975. En las competiciones europeas, siempre fue eliminado en las rondas clasificatorias preliminares. De hecho, en la temporada 1995-1996 jugó contra el Barcelona que le goleó 0-7 y luego 5-0 en el Nou Camp.
La ciudad de Beer Sheva (antigua Bir as-Sab, Siete pozos, palestina) se encuentra a sólo 56 kilómetros de la franja de Gaza, por lo que es una zona, constantemente en alerta. El presidente ejecutivo del conjunto israelí, Alona Barakat subrayó la política del club, que contrasta con otros clubes de Israel, como el Beitar Jerusalén, que no permiten jugadores árabes en sus equipos.
Por cierto, que el Beitar Jerusalén, conocido por sus posturas antiárabes y ultraderechistas, deberá disputar su partido de vuelta de la Europa League en la localidad francesa de Saint Etienne, con cuyo equipo perdió 1-2 en la ida. La afición del ASSE es conocida en Francia también por sus gestos solidarios, no se descarta que también puedan exhibirse banderas palestinas.
Por su parte, el partido de vuelta entre israelíes y escoceses debe disputarse el 23 de agosto y en lo deportivo el Hapoel Beer Sheva lo tiene complicado ya que debe remontar el 5-2 a favor de los escoceses. La clasificación para la fase de grupos supone un mínimo de 12 millones de euros para cada conjunto, así como el prestigio de jugar con los clubes de la élite europea.
Estos hechos del Celtic Park suceden tan sólo unos días de distancia del aplazamiento de la final de la Copa de Palestina entre el Ahli Al-Jalil (Hebrón, Cisjordania) y el Shabaab Jan Yunis (Franja de Gaza), debido a la prohibición opuesta “por motivos de seguridad” por las autoridades israelíes sobre el paso de seis jugadores y el entrenador del Jan Yunis de Gaza a Cisjordania.
El partido finalmente se jugó, con algunos días de retraso, gracias a la intervención de la FIFA, a instancias de la Federación de Fútbol de Palestina. El Ahli Al-Jalil ganó por segunda vez la Copa Palestina tras empatar 1-1 en la vuelta, en Hebrón y haber ganado 1-0 a domicilio. Por cierto, este equipo jugó en Chile, en enero de 2016 contra el Palestino de la Primera División para estrechar lazos con la comunidad palestina.